Tras la radicación ayer en la Secretaría del Senado de un proyecto de ley de cuotas para los afrodescendientes, por parte del Movimiento Independiente de Renovación Absoluta (MIRA), el Congreso ratificó su ofensiva a favor de esta población.
El año anterior el Legislativo aprobó una ley que penaliza la discriminación por motivos de nacionalidad, sexo, orientación sexual y raza, que en este último caso afecta especialmente a la población afrocolombiana.
Igualmente en esta legislatura el senador Hernán Andrade (Partido Conservador) presentó una iniciativa de reforma constitucional para garantizar en el Senado dos curules a las negritudes, como hoy gozan los indígenas.
Esta ofensiva legislativa ha sido justificada por sus promotores por la desigualdad que en su concepto hoy sufre esta población en materia de representación política y en los cargos del Estado en los ámbitos nacional y regional.
Igualmente la población afrocolombiana es una de las más afectadas por la pobreza y se encuentra asentada principalmente en regiones que están a la zaga en materia de desarrollo económico y de infraestructura de servicios públicos, salud y educación.
En cuanto al proyecto de ley de cuotas a favor de los afrodescendientes que, como se dijo anteriormente, es el segundo en materia racial que presenta el MIRA en la actual legislatura, “reglamenta la adecuada y efectiva participación de la población negra afrocolombiana en los niveles decisorios de las diferentes Ramas y órganos del Poder Público, de conformidad con los artículos 13 y 40 de la Constitución Nacional”.
El presidente de la organización política, el senador Carlos Alberto Baena, explicó que esta ley de cuotas operaría “dándole una participación porcentual a la población afrodescendiente de un 20 por ciento en los cargos de nivel decisorio de las diferentes Ramas del Poder Público, particularmente en el Ejecutivo, a nivel de ministerios, en el judicial, nivel de Cortes y también en los cargos administrativos o Rama Legislativa”.
Igualmente, la ley de cuotas para afrocolombianos operaría en la estructura estatal departamental, municipal y distrital en “los niveles decisorios”, destacó Baena.
El congresista añadió que es necesaria una ley de esta naturaleza por un “sentido de justicia y equidad, porque el país cuenta con una población de 10 millones de afrocolombianos, que representan un 20 por ciento de la población colombiana, y que al día de hoy no tienen representación política en el Gobierno Nacional”.
Por ejemplo, explicó, “en ningún ministerio hay un afrocolombiano, en ningún departamento administrativo, en ninguna consejería presidencial, en ninguna de las altas Cortes”.
El Presidente del MIRA dijo que “solo existe un programa presidencial”, el de Asuntos Afrocolombianos, “que está siendo manejado por Óscar Gamboa, que es afrocolombiano, pero no tiene capacidad política para manejar inversiones ni para manejar políticas en materia económica o social”.
Polémica
Las leyes de cuotas han sido motivo de permanente polémica porque hay quienes consideran que, a pesar de lo loables que pueden resultar sus propósitos, favorecen solo un sector de la población.
Sin embargo ya son varias las normas con las que cuenta el país en este sentido, como la Ley 581 de 2000, que garantiza a las mujeres el acceso, por lo menos en 30 por ciento, a los cargos públicos.
Igualmente está la Reforma Política de 2009 (reglamentada por la Ley 1475 de 2011), que garantiza una participación de las mujeres, como mínimo de 30 por ciento, en las listas que presenten los partidos o movimientos políticos a los cargos de elección popular.
Sin embargo, para el caso del proyecto de ley de cuotas para afrodescendientes, el senador Baena considera que es necesaria no solo por la baja participación que tienen en los cargos decisorios del Estado sino por el alto porcentaje que representan dentro de la población colombiana.
Añadió que una ley de este tipo se justifica “mientras damos el cambio cultural, porque de aquí a que demos este cambio va a pasar buen tiempo. Entonces las acciones afirmativas o las leyes de cuotas lo que buscan es promover un cambio cultural y ya con el tiempo no hay necesidad de exigir u obligar a que se aplique”.
Consultas
Tanto el proyecto de cuotas para afrodescendientes como el que entrega dos curules a esta población en el Senado, deben pasar por la consulta previa con estas comunidades.
En el caso de este último proyecto, el senador Andrade prefirió retirarlo precisamente para dar tiempo a que se desarrolle la consulta previa.
No obstante, esta iniciativa de reforma constitucional será radicada el próximo 20 de julio, según le dijo el congresista a EL NUEVO SIGLO.