Al menos 26 rebeldes kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y un soldado turco han muerto desde por la noche en la gran ofensiva lanzada por el ejército de Ankara en el sureste del país, informaron el viernes fuentes locales.
Un balance anterior proporcionado por fuentes locales de seguridad daba cuenta de 18 rebeldes y un soldado muertos.
Miles de soldados, policías y "guardias populares" -una milicia kurda creada por las autoridades turcas para luchar contra los rebeldes- están involucrados en esta operación en las montañas de Kato, Lale y Merinos, en la provincia de Sirnak, vecina de Irak.
Las tropas turcas disponen del apoyo aéreo de helicópteros y de aviones de combate F-16, según las mismas fuentes.
Esta operación ocurre después de que diez soldados turcos y una veintena de rebeldes murieran en combates el domingo en Beytusebap, una localidad de la provincia de Sirnak, donde una unidad del PKK atacó con fusiles ametralladores y lanzacohetes un complejo de seguridad.
El PKK multiplicó este verano sus ataques contra las fuerzas de seguridad en el sureste de Turquía, poblado en su mayoría por kurdos, pero también en el oeste.
Esto sucede cuando Ankara acusa a Siria, inmersa en una guerra interna, de apoyar al PKK para dañar a Turquía, favorable a los rebeldes sirios que luchan contra el régimen de Bashar al Asad.
Varias zonas del norte de Siria, fronterizas de Turquía, están actualmente en manos de grupos kurdos sirios, algunos cercanos al PKK.
El conflicto con el PKK, considerado por Ankara como una organización terrorista, dejó unos 45.000 muertos desde 1984.