El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, lanzó un llamado a la "reconciliación" y la "justicia" tras la reconquista de la ciudad de Mosul por las fuerzas del gobierno iraquí.
Irak "debe ahora hacer frente a varios desafíos en materia de derechos humanos", afirmó Zeid en un comunicado difundido en Ginebra.
"Si no se solucionan podrían desencadenar más violencia y sufrimiento para los civiles", agregó.
"Mujeres, niños y hombres de Mosul vivieron el infierno en la Tierra y sufrieron actos de perversión y crueldad atroces", afirmó Zeid.
El Estado Islámico (EI) "forzó a decenas de miles de habitantes de la ciudad y de los alrededores a abandonar sus viviendas y los utilizó como escudos humanos, lo que constituye un crimen de guerra", sostuvo el Alto Comisionado.
"Los combatientes pueden seguir matando y aterrorizando con atentados y secuestros", dijo Zeid, que indicó que Dáesh (acrónimo de Estado Islámico en árabe) podría ser considerado "culpable de crímenes internacionales".
El Alto Comisionado cita en particular el secuestro de 1.636 mujeres y jovencitas y 1.733 hombres y muchachos de la comunidad yazidí, de los cuales no se tienen noticias.
Desde que sea posible, el gobierno iraquí tendrá que restaurar el estado de derecho y "garantizar que se respeten los derechos humanos y las necesidades fundamentales de los civiles en las zonas reconquistadas", concluye el comunicado de Zeid.