Es necesario que los integrantes de las Farc -junto con otros sectores del país- asuman su deber de respetar las ideas diferentes, los derechos colectivos de los pueblos indígenas y afrocolombianos y reconozcan los cambios que poco a poco genera la construcción de paz, manifestó a través de un comunicado la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
La Oficina, en cumplimiento de su mandato en Colombia, recordó “que la participación política y los derechos colectivos de los pueblos indígenas y afrocolombianos son derechos humanos. La finalización del conflicto armado en el país debe llevar a una mayor participación de todos los sectores, al respeto de las ideas diferentes, a una reducción de la violencia y al pleno respeto por la vida”.
En el comunicado, la Oficina señaló que “observa que las Farc han manifestado su interés de ejercer la participación política. Al firmarse un acuerdo de paz esto aportaría al desarrollo de la democracia, al respeto de los derechos humanos y a sembrar las bases para una paz firme y duradera”.
Todd Howland, representante en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, sostuvo que “es necesario que se comprenda por parte de todos los actores en Colombia que la participación política y el respeto de las ideas diferentes enriquecen y fortalecen la democracia, y no generan estigmatización de líderes, lideresas y defensores y defensoras de derechos humanos”.
“Hemos observado en diferentes regiones del país”, añadió Howland, “que durante este año cuando hay interacción –obligada por las circunstancias del conflicto– entre los miembros de las Farc y algunos líderes, lideresas, indígenas, campesinos y afrocolombianos se ha presentado estigmatización e incluso judicialización por parte de las autoridades en contra de estas personas. Y cuando no hay interacción en esas zonas lo que se ha producido es un mayor sufrimiento de la población civil, amenazas de muerte y homicidios, perpetrados por distintos actores”.