La presión sobre las fuentes de agua está en aumento en Latinoamérica, la región en desarrollo más urbanizada del mundo, con más de 80% de la población que vive en pueblos y ciudades, subraya un estudio de Naciones Unidas presentado el lunes en el VI Foro Mundial del Agua.
Urbanización excesiva, mundialización y cambio climático: esos son los nuevos desafíos para la gestión del agua en América Latina y el Caribe, señala el informe presentado en la reunión que se celebra en la ciudad francesa de Marsella.
Esta creciente presión sobre el agua coloca a los gobiernos de la región frente a nuevos retos, para impulsar una distribuición más equitativa del agua y mejorar su acceso, subraya el texto presentado en el Foro, que congrega a políticos, científicos y expertos de 140 países.
El documento explica que los retos relacionados con el agua que enfrenta América Latina y el Caribe tienen que ver con variaciones en el clima y la hidrología, con el desarrollo económico, con las disparidades en la distribución y la estructura demográfica de la población, y con la gestión.
Recuerda que muchas zonas de la región de América Latina y el Caribe han estado siempre sujetas a fenómenos climáticos extremos, tales como inundaciones, sequías, y variaciones climáticas relacionadas con el fenómeno del El Niño.
El aumento en la frecuencia e intensidad de ese tipo de fenómenos obligan a minimizar los riesgos, advierte el estudio, señalando que los países más pobres de Centroamérica, el Caribe y la región andina, "cuyas capacidades de gestión de recursos hídricos son relativamente débiles", serán "los más expuestos a sufrir las consecuencias del cambio climático".
Además, "los glaciares de la región ya están en retroceso debido al cambio climático", lo que afecta al abastecimiento de agua de unos 30 millones de personas en la región, señala.
"Cerca del 60% del agua de Quito y 30% de la de La Paz proceden de glaciares. En Perú, los glaciares han perdido ya 7.000 millones de metros cúbicos, una cantidad que bastaría para abastecer a Lima durante 10 años".
Además, las sequías, que afectaron a 1,23 millones de personas entre 2000 y 2005, causarán daños en la región, advierte.
Por otra parte, el crecimiento económico continúa, lo que hace prever un incremento en el uso del agua para producir energía y "una mayor competición por una agua ya escasa".
El informe precisa que con las excepciones de México y algunos otros pequeños países de Centroamérica, los países de la región basan gran parte de su economía en la exportación de recursos naturales, cuya producción demanda abundantes recursos hídricos.
"El aumento en la demanda global de recursos mineros, agrícolas y energéticos hará que aumente también la demanda de agua", subraya el estudio, que nota que los "cambios económicos y sociales tienen consecuencias obvias en el uso del agua y la demanda de ésta".
La producción de estos productos se financia en gran parte con capital externo y muchas de las instalaciones son de propiedad extranjera, "lo que tiene como resultado que el mayor motor de crecimiento económico en la región está sujeto a factores que caen fuera del control directo de los gobiernos naconales", observa.
La expansión de la minería de cobre y oro en Chile y Perú se da sobre todo en zonas áridas, lo que genera una mayor competencia por el agua tanto por parte de la agricultura de exportación como para cubrir las necesidades de las poblaciones indígenas, subraya.
En otros países, la producción de café precisa grandes cantidades de agua y su procesamiento puede afectar gravemente a la calidad del agua. Y lo mismo ocurre con muchos otros recursos naturales, indica el texto, que agrega que la demanda relacionada con el turismo aumenta la presión sobre el agua en muchas islas del Caribe.
Otros factores importantes en el tema del agua son por eso los actores macroeconómicos relacionados con el comercio mundial y la naturaleza y la eficacia de los sistemas institucionales a los que corresponde la gestión del agua.
El documento concluye señalando que "se observa una incapacidad general para crear instituciones capaces de enfrentar la gestión del agua en condiciones de escasez y conflicto", pero nota algunos avances en países que han emprendido reformas de gestión del agua, como Brasil y México, y en menor medida Argentina, Chile, Colombia y Perú./AFP