Los equipos de socorro buscaban este martes sobrevivientes al tornado que el lunes devastó Moore, una localidad de Oklahoma (centro-sur de Estados Unidos), destruyendo casas y edificios, incluyendo dos escuelas, con saldo oficial de al menos 24 muertos, entre ellos nueve niños.
Amy Elliott, jefa forense de Oklahoma, dijo a la AFP que la morgue había recibido 24 cuerpos y que la mayoría de ellos habían sido identificados.
Precisó que nueve de los muertos son niños, y que siete de ellos fueron hallados en una de las escuelas devastadas.
"Este balance todavía puede aumentar", dijo Elliott, quien explicó que los balances previos se debieron a que los fallecidos fueron contabilizados más de una vez.
Los socorristas peinaban los escombros mientras los residentes más veteranos de Moore, de 55.000 habitantes, no lograban recordar un tornado que haya causado tanta devastación.
Terry Watkins, portavoz del departamento de gestión de emergencias de Oklahoma, dijo a la AFP que en la búsqueda de la noche del lunes al martes, se encontraron 101 sobrevivientes.
Según las autoridades locales, aún hay varias personas desaparecidas.
El presidente Barack Obama declaró el lunes el estado de desastre en el área, abriendo la vía a ayuda federal.
En una declaración televisada desde la Casa Blanca, Obama lamentó este martes la devastación causada por el tornado y prometió estar junto a la población afectada en los esfuerzos de rescate y reconstrucción.
"La población de Moore debería saber que su país estará en el terreno junto a ellos el tiempo necesario para reconstruir sus hogares y escuelas", señaló el presidente.
"Hay espacios vacíos donde antes había dormitorios y salas de estar y salones de clases, y con el tiempo vamos a necesitar rellenar esos espacios con amor, risas y comunidad", dijo Obama.
Los meteorólogos, azorados, describían al tornado de tres kilómetros de ancho como de proporciones épicas.
El servicio meteorológico nacional calificó la fuerza del tornado como EF-4 en la escala de magnitud de estos fenómenos, lo que supone vientos que van desde los 260 hasta los 320 km/h, más severo que un huracán de categoría cinco.
"Para mí, esto es más grande de lo que nunca he visto. Es absolutamente enorme. Es horrendo", dijo la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin, a la cadena NBC.
"Parecía como si alguien hubiera puesto en marcha algo para destruir infraestructuras, no cuadras, sino millas, y grandes edificios desde hospitales hasta escuelas, bancos y centros comerciales, cines", agregó.
Angustia
Reporteros de la cadena de televisión local KFOR vieron cómo sacaban de entre los escombros de la escuela primaria Plaza Towers a niños de unos 9 años.
Los angustiados padres, mantenidos alejados por los equipos de emergencia, se agrupaban el lunes cerca de los escombros, según los medios locales, que mostraban decenas de socorristas buscando entre los restos.
El tornado también golpeó a la escuela primaria Briarwood, pero al parecer no hubo allí víctimas mortales.
"Tenía que agarrarme de la pared para mantenerme segura", dijo una pequeña niña.
El centro médico de Moore fue evacuado tras sufrir graves daños, y todos los pacientes fueron trasladados a otros hospitales.
Asimismo, las autoridades del estado convocaron a la Guardia Nacional para ayudar en los esfuerzos de rescate.
Los problemas de energía agravaban la situación. En torno a 35.000 habitantes de Moore carecían de gas y electricidad en la mañana del martes, señaló la compañía OG&E.
Las operaciones de rescate veían dificultadas no solo por las pilas de escombros, sino también por las líneas caídas del tendido eléctrico, en tanto podrían encontrarse con mayores obstáculos si se cumplen los pronósticos de clima severo en la región.
La localidad de Moore ya había sido destruida en parte en mayo de 1999, cuando un potente tornado mató a 44 personas.
Los estadounidenses que sobrevivieron al tornado del lunes describieron su carrera para hallar refugio para luego emerger de entre escombros para ver solo devastación.
Una mujer con raspones en la cara que se identificó como Elizabeth, dijo al canal KFOR que aceleró por la autopista para intentar llegar a su casa y salvar a su perro Ginger.
Una vez allí, se metió en una tina de baño con el perro y unas cuantas almohadas, mientras el tornado sacudía y levantaba todo a su paso. Lo próximo que vio fue su casa convertida en escombros. "No puedo creer que hayamos sobrevivido a esto", dijo.
Sirenas en Oklahoma City
Un poco más al norte, en Oklahoma City, las sirenas de alerta por tornados se activaron al menos tres veces el lunes y la carretera 35, una autopista muy transitada que atraviesa el estado de norte a sur, quedó cerrada al tránsito y reservada únicamente para los vehículos de emergencia.
Según la cadena News9 se instalaron refugios de emergencia en la ciudad, en especial en las iglesias.
"No tenía idea de que llegaba" el tornado, dijo Lando Hyde, el empleado de un establo, al canal KFOR. Lo primero que hizo fue liberar los caballos y luego buscó refugio en el establo. "Era terriblemente ruidoso y se podían ver las cosas volando por todas partes", explicó.
Los tornados suelen afectar las planicies de Oklahoma, situadas en el llamado "Corredor de Tornados", pero rara vez alcanzan zonas habitadas como este lunes.
El domingo, nubes en forma de embudo fueron observadas en ciudades como Edmond y Shawnee, también en Oklahoma.
En Shawnee un tornado alcanzó un grupo de casas prefabricadas, dejando al menos un muerto, según Fox TV.
El domingo fue declarado el estado de emergencia en 16 condados del estado.
El jueves pasado 10 tornados golpearon el vecino estado de Texas, dejando al menos seis muertos y decenas de heridos.