Dieciocho personas, entre ellas tres "cazadores de tormentas", murieron en los poderosos tornados que barrieron Oklahoma el fin de semana, según un nuevo balance presentado el lunes por las autoridades de este estado del centro-sur de Estados Unidos.
Lluvias diluvianas acompañadas de vientos devastadores provocaron la muerte de 18 personas, seis de ellas niños, en un estado ya golpeado, quince días atrás, por un tornado gigante que mató a otras 24 personas en la periferia de Oklahoma City, anunció el médico forense de este estado en un comunicado.
Tres cazadores de tormentas, entre ellos Tim Samaras, considerado uno de los más reconocidos investigadores de estos fenómenos meteorológicos, murieron el viernes mientras perseguían los poderosos tornados que azotaron Oklahoma, dijo este domingo la organización para la que trabajaban.
Tim Samaras, su hijo Paul y Carl Young murieron al ser alcanzados por uno de los tornados que afectó a El Reno, al oeste de Oklahoma City, dijo la organización Tactical Weather Instrumented Sampling in Tornadoes Experiment (Twistex).
Samaras, de 55 años, era conocido por haber desarrollado instrumentos científicos que permitieron observar por primera vez como es el interior de los tornados e igualmente puso en marcha procedimientos novedosos para la investigación y previsión de huracanes.
"Esta es una pérdida devastadora para la meteorología, la investigación y la comunidad de cazadores de tormentas", dijo el mensaje difundido en la cuenta de Facebook de Twistex.
Los tornados del viernes azotaron la zona con fuertes vientos, lluvias torrenciales y granizo.
Los escombros del vehículo en que viajaban los cazadores de tormentas fueron esparcido en un área de cerca de 800 metros cuadrados, señaló Chris West a la AFP.
La cadena CNN mostró imágenes de los restos del vehículo, que aparecían aplastados y casi irreconocibles.
Por su parte la organización National Geographic calificó a Samaras como uno de los cazadores de tormentas más reconocidos del mundo, diciendo que paso las dos últimas décadas de su vida, literalmente persiguiendo a su pasión.
"Tim era un científico valiente y brillante", dijo el vicepresidente ejecutivo de National Geographic, Terry García, en un comunicado.
Su "muerte es un poderoso recordatorio de los riesgos que enfrentan regularmente los hombres y mujeres que trabajan para nosotros", agregó.
Un muy violento tornado había golpeado a Moore, en la periferia de Oklahoma City, el 20 de mayo. En total, unas 33.000 personas fueron afectadas en esa oportunidad por los vientos, que soplaron durante alrededor de 40 minutos a picos superiores a 320 km/h.
Con 1.200 tornados por año en promedio, Estados Unidos es el país del mundo más afectado por estos fenómenos. Los estados en que se manifiestan con mayor asiduidad son los de las grandes llanuras --Texas, Oklahoma, Kansas-- pero también el de Florida./AFP