En un momento de duras críticas a Pyongyang por parte de la comunidad internacional, el líder norcoreano, Kim Jong-Un, se mostró dispuesto a mejorar las relaciones con Seúl, afirmando ayer que está abierto a mantener conversaciones “al más alto nivel” con Corea del Sur.
“Deberíamos escribir un nuevo capítulo en la historia de las relaciones Norte-Sur”, propuso Kim durante el tradicional mensaje de Año Nuevo, transmitido en directo por la televisión estatal, según la agencia de noticias Yonhap.
“No hay ninguna razón para no mantener conversaciones al más alto nivel”, dijo, pidiendo un “gran cambio” en las tensas relaciones entre ambas Coreas, que siguen estando técnicamente en guerra tras el conflicto entre 1950 y 1953.
“En función del humor y de las circunstancias que quedan por crearse, no tenemos motivos para no mantener discusiones al más alto nivel”, insistió Kim Jong-Un, llamando a una mejora de las relaciones entre los Estados rivales.
Según los medios de comunicación surcoreanos, se trata de un ofrecimiento de encuentro con el presidente Park Geun-Hye, ocho años después de la última cumbre intercoreana, que data de 2007.
El entonces presidente surcoreano, Roh Moo-Hyun, luego fallecido, se entrevistó en Pyongyang con el máximo dirigente norcoreano, Kim Jong-Il, a quien su hijo Kim Jong-Un sucedió tras su muerte en 2011.
La declaración de este jueves llega pocos días después a la propuesta de Ryoo Kihl-Jae, ministro de la Unificación surcoreano, de mantener conversaciones a alto nivel con Corea del Norte en este mes de enero.
“Estamos dispuestos a discutir todos los asuntos de interés recíproco”, había declarado Ryoo durante una conferencia de prensa. También dijo que estaba en disposición para encontrarse con representantes del poder norcoreano, ya fuera en Seúl o Pyongyang.
El anuncio de hoy ha sido interpretado en Seúl como un gesto de apertura, que Ryoo Kihl-Jae ha calificado de “significativo”, y ha propuesto volver a la mesa de negociación este mismo mes.
“El gobierno considera que es significativo, porque muestra una disposición al diálogo y a los intercambios intercoreanos”, declaró en rueda de prensa.
Por su parte, Estados Unidos ha declarado su apoyo a “la mejora de las relaciones intercoreanas”, en palabras de un portavoz del departamento de Estado.
La última ronda de conversaciones formales a alto nivel tuvo lugar en febrero pasado, y se logró que familias separadas por la guerra pudieran visitarse, un tema clave en la península asiática.
Fue en octubre cuando ambas Coreas decidieron reanudarlas tras una visita, muy poco común e inesperada, de dos dirigentes del Norte a Seúl, pero nada ocurrió, tras un aumento de las tensiones militares en la frontera.
Corea del Norte se encuentra sometida a presiones sin precedentes por parte de la comunidad internacional por su balance negativo en materia de derechos humanos, a lo que se suma la acusación de Washington de piratería informática masiva.
Kim Jong-Un también se ha dirigido a Estados Unidos invitándolo a un “cambio valiente” de su actitud hacia el régimen norcoreano, criticando a Washington por su papel en la campaña internacional que denuncia la graves situación de los derechos humanos en el país asiático.
“Estados Unidos y sus discípulos se dedican a esta vil estafa de los derechos humanos porque sus artimañas para destruir nuestra fuerza de disuasión nuclear y atar nuestra república por la fuerza son irrealizables”, aseguró el líder de Corea del Norte./AFP
KIM JONG-UN, líder norcoreano, se mostró dispuesto a una reunión con su homólogo surcoreano.