Un total de 205 bienes inmuebles, semovientes representados en ganado vacuno Angus, caballos percherones y de cuarto de milla, además de sociedades comerciales cuyo valor supera los 700 millones de dólares, equivalentes a un billón doscientos mil millones de pesos, fueron ocupados por la Unidad de Extinción de Dominio y Lavado de Activos de la Fiscalía a miembros y testaferros de la familia Álvarez Meyendorff.
Se trata del proceso de extinción de dominio más ambicioso que la Unidad de Lavado de Activos haya iniciado contra el narcotráfico, ya que el valor de los bienes muebles e inmuebles ocupados supera al de cualquier cartel del narcotráfico en la historia del país.
Los bienes, materia del proceso de extinción de dominio, pertenecen a Juan Fernando e Ignacio Álvarez Meyendorff y 18 personas, entre las que se encuentran miembros de su familia y presuntos testaferros, que habrían adquirido esas propiedades, conformado empresas y realizado operaciones comerciales con dineros provenientes del narcotráfico.
Según la investigación, Ignacio Álvarez Meyendorff, detenido el 24 de abril de 2011, en Ezeiza, Argentina y su hermano Fernando Álvarez Meyendorff, alias Mechas, por quien el Gobierno de los Estados Unidos ofreció diez mil millones de pesos de recompensa y que se entregó el pasado mes de abril a las autoridades de ese país, estarían vinculados y al mismo nivel de Daniel Barrera Barrera, alias “El Loco Barrera, los hermanos “Comba”.
Los 205 bienes incautados se encuentran en Bogotá; Guaimaral, Chía, Briceño, Tocancipá, Sopó, Chocontá, La Calera y Apulo en Cundinamarca; Pereira, Risaralda; Calarcá, Quindío; Palmira, Cali y Jamundí en el Valle del Cauca; Padilla y Caloto en el Cauca; Medellín y Marsella en Antioquia; Villavicencio, Puerto López, Acacías, Fuente de Oro, Puerto Lleras y Puerto Rico en el Meta; Buena Vista, Planeta Rica, Sahagún y Pueblo Nuevo en Córdoba; Cartagena en Bolívar y san Juan de Acosta en Atlántico.
Entre los bienes también se encuentran, 206 cabezas de ganado; varios caballos percherones puros, incautados en una finca en La Calera y en Chocontá, Cundinamarca, además varios caballos puros cuarto de milla, valorados cada uno en 40 millones de pesos.