Hoy en la Conferencia Episcopal habrá fumarola blanca, pues los obispos darán a conocer el nombre de la persona que sucederá al cardenal Rubén Salazar en la presidencia de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC).
Como lo publicó EL NUEVO SIGLO, los prelados que suenan para alcanzar esa dignidad son los arzobispos de Villavicencio, Óscar Urbina, y de Medellín, Ricardo Tobón, así como el obispo castrense Fabio Suescún. También se dice que podría volver a presidir la CEC el arzobispo de Tunja, Luis Augusto Castro.
Suescún dijo que “están muy claros los estatutos donde se le pide al presidente que promueva la unidad entre el colegio episcopal, que anime la responsabilidad que tenemos todos los obispos en Colombia de ser pastores y de ser evangelizadores, y en tercer lugar que nuestra acción pastoral tenga reflejo también en las necesidades que tiene el país, que sea respuesta de la Iglesia a la problemática social y política que vive nuestra Nación”.
El jerarca católico manifestó que lo primero que se quiere es que se solucione el conflicto. Y después ya vendría el “poner de nuestra parte todo lo necesario para que los ánimos se dispongan a construir un nuevo país”.
“Una Colombia en paz y una paz estable y permanente. Todos necesitamos poner todo lo que esté en nuestro alcance para crear un ambiente verdadero de justicia de paz”, sostuvo.
Tobón expresó que “en primer lugar la Iglesia tiene un servicio de evangelización. Esa es la gran tarea de la Iglesia: mostrarle a la persona hoy el camino de realización al estilo de Jesús. Luego la Iglesia tiene un servicio de incidencia en la sociedad a través de los valores y los principios que nos pueden hacer más humanos”.
Para Tobón, “nosotros estamos siempre en conflicto y en posconflicto. Es la dinámica de la sociedad y es la dinámica de la libertad de la persona humana”.
El prelado indicó que cada vez más se debe aprender a convivir y recordó que la tarea esencial es una educación para la convivencia, para la construcción de cada persona y de toda la sociedad, “por eso en los aspectos que tienen que ver con el posconflicto tenemos que seguir trabajando en una justicia social, de lo contrario el conflicto vuelve y se activa. Debemos trabajar en una profunda reconciliación de las personas y de los sectores sociales”.
Castro dijo que al l nuevo presidente de la CEC “le espera hacer un fuerte trabajo de evangelización, que es lo nuestro con todos los obispos. Dentro ese gran marco de evangelización, está el apoyo a los procesos de paz, de convivencia, de reconciliación y toda nuestra pastoral”.
Sobre el posconflicto, Castro consideró que aún falta tiempo para lograrlo, anotando que “tenemos que prepararnos no solamente nosotros, sino todo el país, para esta tarea del posconflicto. Soy optimista del proceso de paz. Pero como lo advertí, no hay que correr, no hay que apresurarse, no hay que decir rápido, rápido, porque así procedieron en otros países y le dieron un amplio espacio a la impunidad. Y donde hay impunidad, no hay paz”.