Que la locomotora de la minería sea factor de desarrollo humano y no de pobreza y violencia, le pidieron ayer al presidente Juan Manuel Santos los obispos católicos, reunidos en el pleno de la Conferencia Episcopal Colombiana reunida en Bogotá.
Los prelados dialogaron con el Jefe de Estado y le expresaron sus inquietudes relacionadas con temas como la restitución de tierras, el marco legal para la paz, la educación y el impacto de los proyectos minero-energéticos en diversas regiones.
El arzobispo de Bogotá, Rubén Salazar, presidente de la Conferencia, a nombre de los obispos recordó la disponibilidad de la jerarquía católica para colaborar con el país para cuando el mandatario lo considere conveniente.
Los jerarcas le presentaron a Santos la declaración final de la Asamblea del Episcopado en la que expresaron su preocupación por el impacto de los proyectos minero-energéticos en las comunidades indígenas, campesinas y afrocolombianas y pidieron legislar para que las utilidades se inviertan “de manera justa y equitativa en el desarrollo nacional y regional”.
De otra parte, la Asamblea eligió como nuevo secretario general al obispo auxiliar de Cali, José Daniel Falla, en reemplazo del obispo de Fontibón, Juan Vicente Córdoba, que desempeñó la función por un periodo de tres años.
Falla nació el 7 de octubre de 1956. Fue ordenado sacerdote el 28 de noviembre de 1992. Entre otros cargos, se ha desempeñado como miembro del Equipo de Formadores del Seminario Menor de Bogotá (1993-1994), rector del Seminario Menor de la Arquidiócesis de Bogotá (1995), párroco de Nuestra Señora del Campo (1996-2001) y rector del Santuario de Monserrate (2004-hasta hoy).
El 15 de abril de 2009 fue designado obispo auxiliar de Cali.