El presidente estadounidense Barack Obama se comprometió el jueves a acortar las largas y frustrantes filas de pasajeros formadas en el arribo de extranjeros en aeropuertos locales, en un intento por recibir a unos 100 millones de turistas por año hacia 2020.
Antes de viajar hacia el Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown, Nueva York, Obama se reunió con dirigentes del sector turístico para discutir cómo impulsar la industria y dijo que iba a trabajar para facilitar el ingreso de los visitantes sin comprometer la seguridad de Estados Unidos.
"He ordenado a mi administración trabajar con los aeropuertos, aerolíneas, grupos hoteleros, los estados y ciudades para hacer más y mejorar la experiencia de los viajeros y así reducir los tiempos de espera para la gente que entra a Estados Unidos, todo ello sin comprometer nuestra seguridad", dijo el mandatario.
Puntos de entrada que quedan obstruidos por el flujo de pasajeros, como el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York y el aeropuerto Dulles de Washington, a menudo generan la ira de turistas extranjeros, sobre todo en momentos del día en que llegan en masa vuelos procedentes de Europa o de Asia.
Algunos turistas deben esperar una hora o más para realizar los trámites de entrada al país.
Según Obama, el aeropuerto de Dallas/Fort Worth y el O'Hare de Chicago ya habían reducido los tiempos de espera a sólo un cuarto de hora para los turistas extranjeros.
"Sale de su avión, le lleva 15 minutos en pasar por los controles si usted es un viajero internacional. Y eso es una gran cosa", dijo el presidente.
"Si la gente pasa menos tiempo en el aeropuerto, es más probable que regrese para un nuevo viaje. Y cuando vuelven a casa, les dirán a sus amigos, ¿sabes qué? Estados Unidos estaba allí para recibirnos", acotó Obama.
Para ello espera automatizar controles de pasaportes, agregar más personal para realizar los trámites de migración y aduanas y sumar gente capacitada del sector privado para acelerar el ingreso de viajeros.
Los férreos controles de seguridad y de inmigración multiplicaron los obstáculos a los viajeros para ingresar a Estados Unidos desde los ataques del 11 de setiembre de 2001, cuando se adoptaron nuevos procedimientos de entrada de extranjeros.
Obama espera incrementar las cifras del turismo pasando de 70 millones de visitantes en 2013 a 100 millones al inicio de la próxima década./AFP