El presidente estadounidense Barack Obama llegó este martes a Atenas, primera etapa de su última gira oficial antes de dejar la Casa Blanca, durante la cual intentará tranquilizar a los aliados tras la victoria electoral de Donald Trump.
El Air Force One, al avión presidencial, aterrizó en el aeropuerto de Atenas a las 08h30 GMT, donde fue recibido por el ministro de Defensa Panos Kammenos.
Durante su estancia en la capital griega, Obama se entrevistará con el presidente Prokopis Pavlopoulos y el primer ministro Alexis Tsipras.
En la tarde, Tsipras y Obama celebrarán una conferencia de prensa conjunta.
El miércoles, está prevista la jornada más simbólica, en la que el presidente estadounidense visitará la Acrópolis y después pronunciará un discurso sobre los desafíos de la globalización.
Ese discurso, en la cuna de la democracia, se espera que tenga una resonancia especial en un momento de efervescencia de varios movimientos populistas, a ambos lados del Atlántico.
El 44º presidente de Estados Unidos probablemente había imaginado que su último viaje como mandatario iba a tener otro cariz, pero la llegada de Trump a la Casa Blanca, a partir del 20 de enero, copará todas las agendas.
La elección de Trump plantea numerosas interrogantes sobre la política exterior de Estados Unidos, en particular en lo que tiene que ver con los acuerdos sobre el clima y la política nuclear de Irán.
El lunes, en una conferencia de prensa antes de salir de Washington, Obama expresó cierta "preocupación", pero recalcó que el próximo mandatario tendrá problemas para cumplir sus promesas de echar por la borda el acuerdo nuclear con Irán y los tratados de combate al cambio climático.
"Se vuelve más difícil deshacer algo que está funcionando", advirtió Obama.
El miércoles, tras culminar su primera y única visita a Grecia, Obama partirá de Atenas rumbo a Alemania donde se entrevistará con la canciller Angela Merkel.
En Berlín, Obama se entrevistará además con el presidente francés François Hollande, la primera ministra británica Theresa May y el jefe de gobierno italiano Matteo Renzi.
El viaje de Obama debe culminar el próximo fin de semana en Perú, donde participará en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), donde se entrevistará con el presidente chino Xi Jinping.
La presencia de Obama "es una visita emblemática y excepcional, que marca un reconocimiento hacia los esfuerzos de los griegos para arreglar el tema de la deuda y estabilizar la región", destacó el portavoz del gobierno de Atenas, Dimitris Tzanakopoulos en una entrevista al diario progubernamental Avghi.
"La visita interviene en un período crucial", dijo Tzanakopoulos que destacó entre otros asuntos la crisis migratoria y las negociaciones sobre el futuro de Chipre.
Los atenienses parecían divididos sobre la visita de Obama.
"Tenemos la esperanza de que aporte algo de positivo para Grecia y la región", indicó a la AFP Spyros, un funcionario de 30 años.
"Es una persona simpática, pero antes que nada es estadounidense. Los griegos deben aprender a basarse en sus propias fuerzas para resolver sus problemas", dijo por su parte Ekaterini Tsarmoutzi, una empleada del sector privado.
Tras la imposición de draconianas medidas de austeridad a cambio de un plan de rescate internacional, Grecia intenta salir de la recesión, con una leve recuperación económica.
"Creo fervientemente en que para realizar reformas que se sostengan en el tiempo la gente necesita esperanza", dijo Obama en una entrevista al diario griego Kathimerini, en la que prometió instar a los acreedores de Atenas "a tomar las medidas necesarias, en especial con respecto a un alivio de la deuda, para que (el país) pueda retomar un crecimiento económico robusto".
Si bien Estados Unidos cuenta con el apoyo del FMI, este tema topa con la intransigencia de Alemania, por lo que es poco probable que se logre un avance.