El presidente estadounidense, Barack Obama, se refirió a la necesidad de avanzar en su ansiada reforma migratoria en el acto de su investidura, la cual tuvo un marcado acento hispano, con participación destacada de oradores y personalidades de la primera minoría del país.
La única jueza hispana de la Corte Suprema de Justicia, Sonia Sotomayor, tomó juramento al vicepresidente Joe Biden, el poeta Richard Blanco leyó una poesía y el párroco Luis León dio el sermón, incluyendo una bendición en español.
La destacada presencia de hispanos en la juramentación de Obama para su segundo mandato es el reflejo del creciente peso político que tienen los 52 millones de hispanos, que salieron a votar en las elecciones de noviembre en número inéditos (más de 12 millones) y un 71% de ellos lo hizo por Obama.
Durante su discurso inaugural, que sienta el tono de lo que será su mandato en los próximos cuatro años, Obama tocó el tema de la inmigración y sus leyes regulatorias, uno de los de mayor importancia para los hispanos en Estados Unidos.
"Nuestro camino no estará completo hasta tanto no encontremos una mejor manera de dar la bienvenida a los esperanzados inmigrantes que siguen viendo a Estados Unidos como la tierra de la oportunidad", dijo Obama en su discurso en las escalinatas del Capitolio, en Washington.
Tampoco se completará "hasta que brillantes jóvenes estudiantes e ingenieros sean incorporados en nuestra fuerza de trabajo y no expulsados del país", afirmó.
Obama se ha prometido a actuar en breve para impulsar una reforma migratoria que abra la vía para formalizar la situación de los más de once millones de indocumentados, en su mayoría latinoamericanos, que viven en Estados Unidos.
Pese a que el mandatario no cumplió con su promesa de lograr esa reforma en su primer mandato, ordenó diferir las deportaciones de cientos de miles de jóvenes indocumentados que llegaron a corta edad al país y priorizó las expulsiones de los indocumentados con antecedentes criminales.
El matiz 'hispano' marcó fuerte este inicio de nuevo mandato de Obama.
De hecho, los hispanos han protagonizado numerosos actos alrededor de la toma de posesión, el principal de ellos una gala la noche del domingo en el teatro kennedy Center con celebridades como José Feliciano, Marc Anthony y Eva Longoria, copresidenta del comité organizador de la investidura.
Los veteranos de Maná, un cuarteto mexicano de rock, se unirán a músicos de primera línea para amenizar la noche del lunes los bailes de investidura en el centro de convenciones de la capital.
En los actos ante el Capitolio, antes de que le tocara el turno a Obama, el vicepresidente Biden tomó juramento con su mano sobre una Biblia y frente a Sotomayor, quien hizo historia en 2009 cuando fue elegida por Obama como la primera jueza de origen hispano en la máxima corte estadounidense.
La jueza, de 58 años, ya había tomado juramento a Biden el domingo en una ceremonia privada, pero tanto el vicepresidente como el presidente debieron volver a jurar públicamente este lunes, según manda la tradición cuando el inicio de mandato cae un domingo.
"Señor presidente y vicepresidente, que Dios bendiga todos sus días", dijo momentos después el párroco episcopaliano Luis León, en las primeras palabras que se pronuncian en español durante un sermón en una investidura presidencial en Estados Unidos.
Luego el párroco repitió esas mismas palabras en inglés, idioma en el que había hecho todo el sermón.
Previamente el poeta gay de origen cubano nacido en España, Richard Blanco, había recitado en inglés una obra especialmente compuesta para la ocasión.
Blanco, de 44 años, elegido por el presidente Obama, fue el poeta más joven hasta la fecha, y el primer hispano u homosexual, seleccionado como Poeta Inaugural.
Nuevas Alianzas
El 44º presidente estadounidense, Barack Obama, juró públicamente para su segundo y último mandato ante centenares de miles de personas al pie del Capitolio, con un renovado llamamiento a la unión ante los desafíos que enfrenta su país.
En una mañana fría y ligeramente nublada, el primer presidente negro de la Historia de Estados Unidos renovó su cargo como manda la tradición ante el pueblo, un día después de haber sido investido oficialmente, como dicta la Constitución.
Para enfrentar los obstáculos económicos, para resolver el desafío educativo, para solucionar problemas como la inmigración ilegal o el cambio climático, "ahora más que nunca debemos hacer estas cosas juntos, como una sola nación y un solo pueblo", dijo.
Fue un discurso notablemente más corto que hace cuatro años, frente a una situación política más complicada, con el Congreso en manos parcialmente de la oposición republicana.
La muerte de rehenes, entre los cuales había estadounidenses, tras un secuestro en una planta de gas en Argelia la semana pasada nubló también la atención del inicio de este segundo mandato del demócrata.
Obama aprovechó la oportunidad para delinear algunas de las prioridades de su segundo gobierno en el plano internacional y doméstico.
"Estados Unidos seguirá siendo un faro de alianzas fuertes en todos los rincones del mundo", prometió.
También aseguró que la batalla frente al cambio climático será uno de los puntos de preocupación centrales de su gestión.
"Responderemos a la amenaza del cambio climático, conscientes de que que si no lo hacemos, estaremos traicionando a nuestros niños y a las futuras generaciones", dijo Obama en su discurso inaugural.
El presidente también llamó a sus compratriotas a dar "una mejor bienvenida" a los inmigrantes, delineando la que podría ser una batalla por una reforma migratoria integral que satisfaga a uno de sus principales sectores de votantes: los hispanos.
Obama había prestado juramento el domingo en una ceremonia privada en la Casa Blanca.
La Carta Suprema estadounidense establece que el mandato presidencial empieza al mediodía del 20 de enero tras las elecciones.
Cada vez que ese día cae en domingo, el juramento se hace al día siguiente a los pies del Capitolio, la sede del Congreso.
Es la séptima vez que el presidente estadounidense jura su cargo un 21 de enero.
Frente a la larga explanada conocida como el "Mall", una multitud de unos 800.000 personas agitaban banderas y mostraban pancartas celebrando "4 more years", cuatro años más de presidencia demócrata.
La asistencia es considerablemente inferior a los 1,8 millones de 2009, pero el ambiente es igual de entusiasta.
"Hoy tiene aún más significado si cabe" declaró a la AFP Audrey, una enfermera negra de 53 años procedente de Florida, venida expresamente para la ocasión.
Entre los presentes se hallaban los expresidentes Bill Clinton (1993-2001) y Jimmy Carter (1977-1981), celebridades como Eva Longoria y Beyoncé, ministros y legisladores.
El vicepresidente Joe Biden juró también su cargo por segunda vez ante la juez hispana de la Corte Suprema Sonia Sotomayor.
Michelle Obama lucía un abrigo estampado de tono gris azulado, mientras que las hijas Sasha y Malia lucían sendos vestidos de tonos violetas.
La ceremonia tuvo lugar en medio de fuertes medidas de seguridad, con bloques de cemento, vehículos militares con los colores de camuflaje, francotiradores en los tejados de los edificios.
Obama y su esposa Michelle almorzarán en el Capitolio tras la ceremonia, con centenares de invitados, para dirigirse luego a la avenida Pensilvania y encabezar un desfile hasta el número 1600, la dirección de la Casa Blanca.
Ahí, en un nuevo estrado construido como es tradicional ante la entrada norte de la mansión, presenciarán el paso de las bandas militares y de escuelas de todo el país.
La jornada se cerrará con dos bailes de investidura, animados entre otros por Katy Perry, Stevie Wonder y el grupo mexicano Maná.
De nuevo las festividades serán más austeras, comparadas con los 10 bailes inaugurales de 2009.
Las estrellas del mundo hispano, un sector del electorado que se inclinó masivamente por Obama en noviembre pasado, tuvieron su momento de celebración en la noche del domingo en el Centro Kennedy, con una gala presidida por una de las copresidentas del comité organizador de la investidura, Eva Longoria.
Obama ya ha anunciado dos claras prioridades para este nuevo mandato: una compleja reforma migratoria integral y una difícil iniciativa para endurecer la venta de armas.
Pero antes de lograr esos cambios, Obama tiene ya otra pulseada con los republicanos, y a muy corto plazo: el cierre de la negociación para tratar de elevar nuevamente el techo para la deuda pública.
El presidente deberá también definir rápidamente el resto de su gabinete ministerial, del que salen pesos pesados como la secretaria de Estado Hillary Clinton y también los dos únicos ministros hispanos, Hilda Solís y Ken Salazar.
AFP