La administración de Bogotá logró con la firma de la prórroga de los contratos de la fase I y II de Transmilenio, una tarifa técnica ajustada a la realidad del sistema y garantizar la seguridad de los usuarios que se ha visto afectada porque los 773 buses que circulan por las troncales de la Autopista Norte y Calle 80 hace más de cuatro años se venció la vida útil.
Ante la problemática de prórrogas porque las licitaciones no se hicieron a tiempo, en diciembre próximo, Transmilenio arranca el proceso que permitirá la sustitución de los buses que forman parte de la operación de la llamada Fase I del sistema con la publicación de los prepliegos de la licitación para adjudicar la nueva operación. El cronograma contempla que la licitación se adjudique en 2017 y que los nuevos buses comiencen a rodar a finales de 2018.
Mientras llega la nueva flota, Transmilenio acordó una prórroga con los operadores para que sigan garantizando el servicio, pero además para que se realice una operación segura y de calidad, con los 330 buses que hacen parte de estos dos operadores en Fase I.
“El mandato del alcalde Peñalosa ha sido recuperar el transporte público, el sistema Transmilenio, la infraestructura actual y la calidad del servicio para los usuarios que son el corazón de la operación. Venimos trabajando decididamente en ese objetivo. El acuerdo alcanzado con Metrobús y Express del Futuro es el resultado de una negociación transparente y abierta, en la que hemos buscado garantizar el servicio, la seguridad para nuestros usuarios, la confiabilidad de la flota y tener una tarifa ajustada a la realidad de la prestación de ese servicio hoy en día”, resaltó Alexandra Rojas, gerente de Transmilenio.
De acuerdo con las certificaciones emitidas por fabricantes y la legislación nacional vigente en la materia, todos los buses están certificados para operar hasta 20 años o 1,5 millones de kilómetros, tiempos y montos que en ningún momento serán alcanzados por ningún vehículo durante la ejecución de esta prórroga.
La gerente de Transmilenio destacó que se viene avanzando en el proceso de renovación de Fase I y los pilares sobre los que se desarrolla son: la continuidad de la operación, la garantía del servicio, la seguridad para los usuarios, la inclusión eficiente de nuevas tecnologías robustas y limpias y la sostenibilidad financiera del modelo.
“En nuestro objetivo de recuperar el sistema y devolverle a Bogotá un trasporte público de calidad, es necesario tomar decisiones responsables como las que hemos venido anunciando y a las que hoy se suma la prórroga con Metrobús y Express del Futuro. Se trata de decisiones que deben responder a las necesidades de la ciudad y que favorezcan el interés general sobre el particular”, puntualizó la Gerente de Transmilenio.
Durante la negociación con los operadores para la prórroga, se logró una tarifa técnica ajustada que incluye los siguientes componentes:
- Los cálculos históricos, tras 16 años de existencia del sistema, nos han permitido analizar las cifras de costos reales de la operación y llegar a un equilibrio en el que los concesionarios y el Distrito se vean beneficiados con una tarifa justa.
- El segundo componente son recursos para el mantenimiento que garantiza la operación de la flota durante la prórroga.
- Dentro de la tarifa técnica se estima un margen de rentabilidad del 9,9% para los concesionarios, ajustado al promedio del sector a nivel nacional.
- Mientras llega la nueva flota, el Distrito pactó una prórroga con dos de los actuales operadores y se logró acordar un mantenimiento estructural a fondo a los primeros 330 vehículos, lo que garantizará la seguridad para los usuarios.
Tanto la administración como los concesionarios Express del Futuro y Metrobús se comprometen, mientras llegan los nuevos buses en 2018 a garantizar la prestación del servicio, seguridad para los usuarios y lograr una tarifa justa para la ciudad y los transportadores.
LA LICITACIÓN para los 773 nuevos buses de las troncales de la Calle 80 y Autonorte se inicia en diciembre./ENS