La oposición del uribismo al proceso de paz parece haberse traslado a la financiación del posconflicto.
La semana pasada el presidente Juan Manuel Santos debió salir a defender el paquete impositivo explicando que la reforma tributaria que tramita el Congreso busca que “aquellas personas o empresas que más tienen le den la mano, con un esfuerzo adicional, a quienes han sido excluidos del progreso y el desarrollo”.
“Estamos hablando de unas 50.000 personas, apenas el uno por mil de la población, que contamos con altos patrimonios, y unas 35.000 empresas, que pagarán un poco más de tributos para ayudar a millones de colombianos menos favorecidos a mejorar sus vidas”, explicó.
El mandatario anunció que el Gobierno pedirá al Congreso que cambie el nombre de Impuesto a la Riqueza por el de “Impuesto contra la Pobreza”.
“Algunos se han quejado del nombre del impuesto: Impuesto a la Riqueza. Yo diría que este es un Impuesto más bien contra la Pobreza. Por eso le voy a pedir al Ministro que le pida al Congreso de la República que le ponga ese nombre: Impuesto contra la Pobreza”, indicó.
Ese mismo día, el senador Álvaro Uribe, del Centro Democrático, manifestó la oposición de su colectividad a la financiación del posconflicto expresando que “nosotros creemos que con esta reforma tributaria el Gobierno lo que está haciendo es poniéndole palos en la rueda al futuro económico y social del país”.
“Es una reforma tributaria que va contra la inversión, una reforma tributaria que va contra el empleo, una reforma tributaria que va contra la confianza en Colombia, va contra la clase media, y en nombre de la equidad lo que hace es quitar los recursos que en el futuro el país necesita para la equidad”, dijo.
Por el contrario, Santos explicó que “si queremos paz, y estamos trabajando arduamente para alcanzarla, esa paz tendrá que sustentarse no solo en el silencio de los fusiles, sino también en una Nación generosa, incluyente y tolerante”, anotando que “con ese esfuerzo adicional lograremos que 2 millones y medio de niños entre 0 y 5 años reciban atención integral. Con ese esfuerzo adicional garantizaremos que la educación pública en Colombia siga siendo totalmente gratis desde el grado cero hasta el once”.
Y agregó: “Con ese esfuerzo adicional vamos a seguir apoyando a jóvenes pilos, pero de bajos recursos, para que ingresen a estudiar a las mejores universidades. Con ese esfuerzo adicional vamos a seguir entregando casas dignas a familias que de otra manera no podrían soñar con un techo propio”.
Señaló que “con ese esfuerzo adicional vamos a seguir llevando servicios básicos –agua, luz, alcantarillado– a zonas del país donde aún hay familias que carecen de ellos. Con ese esfuerzo adicional, en fin, vamos a forjar una Colombia de la que nos sintamos orgullosos, porque es solidaria y porque cada vez serán más cortas las brechas sociales”.
De acuerdo con el Mandatario, el objetivo es que para dentro de 10 años, “hayamos erradicado la pobreza extrema de nuestro suelo, y todos los colombianos cuenten con una calidad de vida digna”.