Otras anomalías denunció el secretario de Salud de Bogotá, Guillermo Alfonso Jaramillo, en el contrato firmado por la entidad con la Unión Temporal Transporte Ambulatorio.
Según el funcionario, a pesar de que se giró un anticipo por 8 mil 500 millones de pesos, no hay garantías del contrato.
“Estamos analizando con detenimiento, puesto que no encontramos una garantía dentro del contrato. Lo que existe actualmente es un convenio explícito. Este anticipo se giró a esta unión temporal para la compra de vehículos, recursos que un año después estas firmas fueron pagando con módicas sumas de 300 millones de pesos”, aseguró.
El nuevo secretario de Salud de la capital citó a la empresa contratista a una audiencia pública el próximo 24 de enero, con el fin de que allí la empresa responda por las irregularidades encontradas en este contrato firmado por 67 mil millones de pesos.
“Tendrán la oportunidad de responder por posibles irregularidades como la ausencia de vehículos de reposición, prendas de dotación para el personal, incumplimientos en los perfiles y la experiencia requerida de los trabajadores”, manifestó.