Los tratados de Libre Comercio (TLC) firmados por Colombia con Estados Unidos y que entró en vigor este año, y con la Unión Europea, que lo hará en 2013, son la plataforma que buscaba la industria tabaquera del país suramericano para consolidar su producción y abrirse a la exportación.
Si bien el tabaco nunca ha sido un pilar clave de la economía en Colombia, al contrario de otros países caribeños, el gerente de la Federación Nacional de Productores de Tabaco (Fedetabaco), Heliodoro Campos, informó que se trata de "uno de los cultivos que mayores ingresos en bruto dejan por hectárea".
Según el Ministerio de Agricultura, el área sembrada de tabaco en 2011 era de 11.000 hectáreas, un 5 % más que en el año anterior, sin datos aún cerrados para 2012.
Pese al llamamiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para reducir la superficie de tabaco cultivada en el mundo, Colombia ha cerrado filas en favor de este sector, con la vista puesta en los TLC con EE.UU. y la UE, que le permitirán crecer en este mercado.
El Ministerio de Agricultura calcula que el TLC con Estados Unidos ofrece un potencial de ventas a este país de más de 4.000 toneladas anuales, que representarían unos ingresos de 25 millones de dólares, mientras el acuerdo con la UE reportaría unos 100 millones de dólares en los próximos siete años.
Ante estas perspectivas, Coltabaco, la filial colombiana de Philip Morris, que cuenta con el 51,3 % de cuota de mercado, aspira a que su producción en 2020 supere las 11.000 toneladas anuales de tabaco, lo que, según la empresa, generarían unos ingresos de exportación de 32 millones de dólares cada año.
Su objetivo es llegar a las 7.000 hectáreas, frente a las 5.230 actuales, y expandirse en las regiones tradicionalmente fértiles como los Montes de María, en el Caribe.
Las ventajas que ofrece el tabaco frente a otros cultivos tradicionales, como la yuca, el maíz o el ñame, son sus mejores precios en el mercado internacional y un mayor número de cosechas, lo que se traducirá para los agricultores en mayores ventas.
El tabaco se ha convertido así en una opción para los campesinos que ven en este cultivo una forma de complementar sus ingresos, especialmente en Montes de María, una zona muy castigada por el conflicto armado interno que vive Colombia desde hace casi 50 años.