Nueva mortandad de peces en Santa Marta | El Nuevo Siglo
Lunes, 30 de Marzo de 2015
Luego de un análisis con personal técnico y científico de la bahía de Santa Marta, el Viceministro de Desarrollo Rural, Juan Pablo Díaz Granados, afirmó que la mortandad de peces presentada en días pasados cerca de la bahía de El Rodadero, muy probablemente obedece a un fenómeno natural y cíclico.
 
“Todas las autoridades técnicas y científicas acá presentes coinciden en afirmar que por las características presentadas en la mortandad de peces, todo apunta a un fenómeno cíclico de carácter natural que ya se ha presentado en anteriores oportunidades en Santa Marta o en sus áreas cercanas”, explicó el Viceministro.
 
Las autoridades ambientales, agrícolas y piscícolas recordaron además fenómenos similares como el que ocurrió en 2009 en la bahía de Santa Marta, cerca del puerto de la ciudad, o el de 2014 en inmediaciones de la playa de Don Jaca.
 
Díaz Granados explicó que al ser un fenómeno natural, es prácticamente imposible predecir en qué momento se va a presentar y se puede asociar a diferentes causas: “una de ellas podría ser un cambio súbito en las temperaturas de las corrientes marinas, lo que pudo generar un comportamiento atípico de cardúmenes que terminan arrinconados contra alguna barrera artificial y se asfixian entre ellos”, dijo.
 
El alto funcionario descartó entonces la hipótesis de que la mortandad de pescados se debió a la pesca indiscriminada con dinamita, pues al ser todos de la misma especie, la explosión no habría discriminado.
 
Sin embargo, la última palabra la tendrá después de Semana Santa el Centro de Investigaciones Marinas, Invemar, que ayer sábado recogió muestras de los peces y está haciendo una valoración técnica para determinar las causas reales de la muerte de los animales de esta especie.
 
El Gobierno Nacional envió además un mensaje de tranquilidad a los turistas que planeen visitar Santa Marta y aseguró que las playas ya fueron limpiadas y están habilitadas, y el consumo de pescado debidamente almacenado y comercializado, no representa un riesgo para la salud humana.