Los datos divulgados este viernes hacen temer un segundo semestre lleno de nubarrones para la economía francesa, la segunda de la zona euro, que tiene difícil cumplir sus objetivos de crecimiento y déficit.
La producción industrial, que junto con el consumo y el gasto público, es uno de los propulsores potenciales del crecimiento, se recuperó en junio 1,3% tras caer el 1,6% en mayo, pero la tendencia ha sido negativa en el segundo trimestre con una contracción del 0,5% con respecto al primero, anunció el instituto de estadísticas, INSEE.
Según James Howat, analista de Capital Economics, los resultados de la industria podrían haber restado 0,1 puntos al crecimiento de la segunda economía de la zona euro en los tres últimos meses.
"En el segundo trimestre, la hipótesis de base es ahora un crecimiento nulo o (un Producto Interior Bruto, PIB) en retroceso del 0,1%", tras el estancamiento del primer trimestre, estima Christopher Dembik, de Saxo Banque.
La primera estimación del PIB del segundo trimestre se dará a conocer el 14 de agosto.
"Las hipótesis del ejecutivo para crecer en 2014 un 1% son claramente falsas", asegura.
- Un tercer trimestre apenas mejor -
Según el Banco de Francia, el tercer trimestre se anuncia apenas mejor, con un crecimiento del 0,2% en el periodo de julio a septiembre.
La institución se basa en su sondeo mensual entre las empresas que manifiestan una ligera mejora de su producción en julio y esperan que se estabilice en agosto.
Si no se cumple el objetivo de crecer 1% del gobierno, la meta del déficit público tampoco se cumplirá, como deja entrever un recuento presupuestario divulgado el viernes por el ministerio de Economía.
El déficit acumulado del Estado, que con el de las colectividades territoriales y los regímenes sociales integra el déficit público de Francia, no daba, a mediados de año, ninguna señal de que vaya a contraerse, situándose en 59.400 millones de euros, casi el mismo nivel que había a finales de junio de 2013.
La principal razón es que los ingresos no han crecido, señal de un crecimiento moroso. A finales de junio, los ingresos fiscales cayeron 1.100 millones de euros en un año a 151.600 millones de euros.
Los gastos están bajo control (-1.900 millones a 194.400 millones de euros).
- El escollo de los ingresos fiscales -
El ministerio de Economía ya ha revisado a la baja su previsión de ingresos fiscales, amputándolos en 5.300 millones de euros en la última revisión en junio. Pero el Alto Consejo de Finanzas Públicas, órgano independiente que examina las previsiones gubernamentales, consideró que los ingresos habían sido "sobreestimados".
Al gobierno ya le ocurrió lo mismo en 2013, lo que se tradujo por un déficit público del 4,3%, superior al previsto. Para 2014, prevé oficialmente un déficit del 3,8%, pero sobre la base de un crecimiento del 1% que parece imposible de conseguir.
Al final, el regreso de las vacaciones se presenta difícil para el gobierno que tiene previsto examinar el 24 de septiembre el proyecto de presupuesto para 2015. El primer ministro, Manuel Valls, preparó el terreno hace diez días hablando de condiciones "difíciles".
Valls también previno que no se trata de endurecer todavía más el programa de reducción de gastos en curso, una manera de decir que París prefiere el déficit a estrangular todavía más el crecimiento.
La Comisión Europea se ha resignado desde hace tiempo a que París incumpla su compromiso para 2015, reducir el déficit público al 3% del PIB, el máximo tolerado por los tratados europeos.
Francia no es el único país con dificultades.Italia acaba de caer en recesión e incluso la eficiente Alemania ha experimentado una caída del excedente comercial.
"En conjunto, los datos del día son una prueba más que la recuperación de la zona euro no se ha acelerado en el segundo trimestre. En realidad, podría haberse ralentizado", advierte Howat.