La Oficina del Alto Comisionado para la Paz lo aclaró tras saberse que el jefe guerrillero preso por secuestro en Estados Unidos se acogió a la JEP.

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La repatriación del jefe guerrillero Ricardo Palmera, alias Simón Trinidad, preso en Estados Unidos, no ha sido solicitada por el Gobierno aclaró este jueves la Oficina del Alto Comisionado para la Paz a través de un comunicado.

La precisión se dio tras conocerse que la semana pasada Palmera firmó un documento en la cárcel de Colorado sometiéndose a la Jurisdicción Especial de Paz (JEP).

En el comunicado, la Oficina señala que Palmera y otras dos personas privadas de la libertad en el exterior fueron incluidas en los listados de desmovilización y fueron acreditadas como combatientes, por lo que se procedió a realizar el trámite por intermedio de la Cancillería para que los tres exguerrilleros suscriban el acta en que se comprometen a no volverse a levantar en armas contra el Estado ni volver a delinquir.

Voceros de la Oficina explicaron que acogerse a la JEP no tiene implicaciones frente a la justicia de Estados Unidos.

El abogado español Enrique Santiago, asesor de las Farc, anotó que para Palmera acogerse a la JEP “no cambia su posición frente a Estados Unidos, que es el único que puede determinar qué hacer con él”.

Lo único que es procedente, tal como ha ocurrido con los jefes paramilitares, es que se facilite la participación de Palmera en las diligencias que determine la JEP, ya sea por teleconferencia o dejándolo temporalmente a disposición de las autoridades colombianas.

En 2004, Palmera fue capturado en Ecuador y luego extraditado a Estados Unidos, cuya justicia lo condenó a 60 años de cárcel por secuestro.

Palmera aceptó acogerse a la JEP durante una visita humanitaria que le hizo Imelda Daza, integrante del movimiento Voces de Paz, en compañía del senador Iván Cepeda, del Polo Democrático, y el abogado Diego Martínez.

Daza secundó lo dicho por Santiago en el sentido de que Palmera “podría comparecer ante la Justicia Especial, pero hay que dejar claro que su salida solo depende de los jueces de Estados Unidos”.

Por su parte, Cepeda declaró que “es un paso muy importante porque muestra que todos los miembros del nuevo partido se están acogiendo a la nueva jurisdicción”.

“Todas las actividades que se han realizado tanto preparatorias como la realización de la propia visita se han hecho con el consentimiento del Gobierno colombiano y de la autoridades penitenciarias y del Departamento de Justicia” norteamericano, explicó Cepeda.

Al acogerse a la JEP, indicó Cepeda, Palmera deberá, entre otras cosas, “satisfacer el derecho de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación y también buscar la reconciliación”.

El siguiente es el texto del comunicado de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz:

En ejercicio de sus facultades legales para acreditar, recibió de parte las Farc un listado, dentro de los tiempos establecidos, en el cual estaban incluidos los nombres de: Jorge Enrique Rodríguez Mendieta, Omaira Rojas Cabrera y Ricardo Palmera Pineda, como miembros de las Farc.

Una vez realizado el proceso de verificación en el Comité Técnico Interinstitucional para la Verificación de Listados, sin que hubiera objeción alguna a su condición de pertenecía a las Farc y una vez suscrita el acta de compromiso de no volver a delinquir ni levantarse en armas en contra del Estado, mediante resolución 036 del 6 de octubre de 2017, el Alto Comisionado para la Paz reconoció su condición de integrantes de las Farc.

En consecuencia y siguiendo los trámites establecidos por la ley, el Gobierno nacional se encuentra surtiendo el trámite de acreditación a través del Ministerio de Relaciones Exteriores Colombia.

Igualmente, el Gobierno de Colombia no ha solicitado, como erróneamente se ha informado, la repatriación de dichas personas.

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