"No son hinchas, son violentos disfrazados" | El Nuevo Siglo
Jueves, 26 de Septiembre de 2013

Contra los delincuentes disfrazados de hinchas, “vamos a ir con todo”, aseguró este jueves el Presidente Juan Manuel Santos en el Coliseo Tibabuyes en la localidad de Suba.

El Mandatario afirmó que “el fútbol no tiene la culpa de la violencia”, pues en las últimas tres finales no ha sucedido nada en los estadios, labor por la cual felicitó a las autoridades.

Señaló que por un lado hay que “estimular el fútbol y por el otro condenar la violencia”, que no está en los estadios, sino en las calles.

Así mismo, el Presidente, quien hizo el saque de honor en el evento ‘Golombiao’, aseguró que “no por los violentos se va a sacrificar el campeonato de fútbol”.

El Jefe de Estado afirmó que el fútbol es un deporte maravilloso y aseveró que con el deporte “se puede lograr que la gente se una, se convierta cada vez en un mejor ciudadano”.

Por último, el Mandatario expresó su confianza en que el próximo mes la Selección Colombia clasifique al Campeonato Mundial de Brasil 2014.

 

Descartan cancelar torneo de fútbol

El gobierno colombiano descartó suspender el torneo de fútbol profesional ante las continuas peleas callejeras de hinchas que sólo en Bogotá dejan seis muertos en 2013, tres de ellos en la última semana.

 

"No existe ninguna posibilidad en este momento de que se suspenda o se considere la suspensión del campeonato de fútbol profesional colombiano", dijo el ministro del Interior, Aurelio Iragorri, a periodistas.

 

El funcionario agregó que cancelar el torneo sería "un autogol mundial", al señalar que la disputa del rentado es un requisito para que la selección colombiana pueda jugar la Copa Mundo de Brasil-2014, a la cual se encuentra virtualmente clasificada.

Este mismo jueves, el seleccionado llamó a cesar la violencia en torno al fútbol.

"Es hora de cambiar de actitud y no tomar los colores de las camisetas como uniformes de batalla", dijeron los cafeteros en un comunicado.

"No queremos más violencia en las calles y menos en el fútbol. Vamos a hacer de nuestro deporte una herramienta para la consolidación de la paz y la tolerancia de todos los colombianos", agregó la declaración, firmada entre otros por la máxima figura del combinado, el delantero del Mónaco de la Liga francesa Radamel Falcao García.

 

La posibilidad de parar el Torneo Finalización-2013 fue planteada por medios locales luego de que el alto consejero presidencial para la Convivencia y Seguridad Ciudadana, Francisco Lloreda, advirtiera el miércoles con tomar "medidas drásticas" respecto al certamen si persistía la violencia.

"No se puede responsabilizar al fútbol por los problemas de seguridad", señaló el ministro Iragorri tras una reunión en la que analizó el tema, y sostuvo que el objetivo es "luchar por la convivencia y en contra de las acciones intransigentes de quienes quieren opacar el fútbol".

El ministro indicó que hay unos 400 hinchas violentos que tienen prohibido el acceso a los estadios pero que siguen asistiendo, por lo que se estudia la posibilidad de adoptar sistemas de identificación biométrica como el cotejo de huellas.

 

Por su parte, Lloreda puso en debate la posibilidad de que los clubes contraten seguridad privada para garantizar el orden dentro de los escenarios deportivos.

"Lo primero es si llegó o no el momento para que los equipos paguen su seguridad privada y que la policía esté en los anillos alrededor de los estadios, pero no comprometiendo todo el pie de fuerza cuando hay un partido, con lo que se desatiende al resto de la ciudadanía", afirmó.

 

Tres personas fueron asesinadas en riñas de aficionados en Bogotá entre el viernes y el lunes, con lo que ascendió a seis el número de fallecidos por esa causa en 2013, según las autoridades. Todas las muertes ocurrieron en la calle.

 

Los homicidios de la última semana llevaron a las autoridades capitalinas a suspender el partido que debían jugar el martes Millonarios de Bogotá y Atlético Nacional de Medellín, cuyos seguidores estuvieron implicados en las tres muertes.

El comportamiento de la afición colombiana dentro de los estadios mejoró notablemente tras el retiro de las mallas que separaban las tribunas de las canchas con motivo del Mundial Sub-20 de 2011.

 

Un informe de la ONG Corporación Nuevo Arcoíris asegura que en la capital existen 14 grupos de barras bravas que actúan como "pandillas" al disputarse el control de suburbios y la venta de droga al menudeo, una práctica que se replica en otras ciudades.