A pesar de que el presidente Santos situó en la etapa del postconflicto la necesidad de la creación de un ministerio de la seguridad ciudadana, para lo cual comisionó al general (r) Óscar Naranjo adelantar un estudio, son varias las voces que piensan que es prematuro e incluso inconveniente una iniciativa de esta naturaleza estando en plenos diálogos de paz con las Farc en La Habana (Cuba).
Además varios expertos en el tema consultados por EL NUEVO SIGLO coinciden en que no es estrictamente necesaria la creación de un ministerio para mejorar la seguridad en las calles, pues el éxito en esta materia depende, principalmente, de unas políticas adecuadas.
Si bien la idea de un ministerio encargado exclusivamente de la seguridad ciudadana no es nueva, no ha sido planteada en muchas ocasiones ni con el volumen que, por ejemplo, ha alcanzado la propuesta de que la Policía Nacional deje de estar adscrita al Ministerio de la Defensa y retorne al Ministerio del Interior, como sucede en la mayoría de los países.
Sin embargo, el debate sobre este punto específicamente y otros en materia de seguridad ciudadana siempre ha estado mediado por el conflicto interno que vive el país desde hace más de 50 años, que hace muy difícil adelantar reformas en este campo, pues la prioridad ha sido hasta ahora enfrentar de la mejor forma la amenaza que han significado durante todos estos años las guerrillas, paramilitares, bandas emergentes, organizaciones del narcotráfico, entre otras.
En 1890 una ley facultó al Gobierno para fundar un cuerpo de Policía. Al año siguiente el Decreto 1.000 ordena la creación de un cuerpo de policía nacional adscrito al Ministerio de Gobierno. Sin embargo en 1895 a raíz de un conato de guerra civil se declaró el estado de sitio en todo el territorio y, de paso, la Policía llegó a manos del Ministerio de Guerra.
En tanto que en 1953 el gobierno del general Gustavo Rojas por medio de un decreto establece que la Policía Nacional pase a formar parte activa del Ministerio de Guerra. Desde esa época la Institución se mantiene adscrita al Ministerio de Defensa.
La semana anterior el presidente Santos hizo presencia en los ‘retiros espirituales’ que el Partido Social de Unidad Nacional (La U) adelantó en la localidad de Paipa (Boyacá), en la cual como es natural hizo varios planteamientos, sin embargo, uno de los que más llamó la atención fue que solicitó el estudio de un proyecto para crear un ministerio de seguridad ciudadana, que será clave en la etapa de posconflicto, si se logra la paz.
"Ahora la seguridad ciudadana es tal vez la prioridad. Ahí nació una iniciativa que el Gobierno también ha venido analizando, de la creación de un Ministerio de Seguridad Ciudadana", dijo.
Explicó que "yo le voy a pedir al general Naranjo que se apersone de esa iniciativa, y que con una serie de expertos internacionales, diseñemos lo que podría considerarse el estado del arte en materia de un ministerio de seguridad pública", expresó.
Agregó que considera que es lo que necesita el país en este momento y necesita el país en el posconflicto. "Porque la seguridad ciudadana se convierte cada vez en un desafío mayor en épocas de posconflicto", concluyó el Presidente Santos.
Inconveniente
El general (r) Luis Ernesto Gilibert recordó que en su época como Director general de la Policía se analizó la idea de crear un ministerio de seguridad ciudadana, del cual harían parte, alrededor de la Policía Nacional el Inpec, la Policía Fiscal y Aduanera así como el DAS. “Se hablaba que las cuatro instituciones aportaban sus presupuestos y lo único que tenían era que esforzarse un poco para apoyar el gabinete del ministro”, explicó.
Sin embargo, frente a la reciente propuesta presidencial, el general (r) Gilibert se mostró en desacuerdo porque “no se imagina uno que sea el momento para tomar una determinación de este tipo, cuando estamos en las negociaciones, cuando se rumora que en la mesa se está buscando disminuir la Fuerza Pública, cuando de golpe una estrategia puede ser dividir el Ministerio de Defensa sacando la Policía del Ministerio”.
Por su parte, el experto en seguridad John Marulanda dijo que la creación de un ministerio de seguridad ciudadana sería un paso adelante para enfrentar la realidad que hoy vive toda América Latina, acosada por un alto grado de delincuencia. Sin embargo dijo que el caso “particular de Colombia, me preocupa que esta idea vaya a ser una entrega a las Farc de lo que ellos han solicitado de la reducción de la Fuerza Pública. Y la situación es clara, ellos han dicho que hay que reducir el pie de fuerza del Ejército. Al crearse este ministerio y pasar a él todos las instituciones que se dicen que van a pasar y enfocarse la criminalidad y acabarse el conflicto, entre comillas, pues la Fuerza Pública, necesariamente las Fuerzas Militares van a tener que ser revaluadas, van a tener que ser recortadas de alguna manera. Eso sería otro triunfo más para las Farc, que lo han venido pidiendo”.
Marulanda dijo que otra preocupación que le produce este tema tiene que ver con que en la actualidad todos los países del continente han venido utilizando al ejército en actividades de policía, dado el desbordamiento del fenómeno delincuencial. “En ese caso este ministerio aquí en Colombia quedaría con unos superpoderes porque la Policía absorbería toda la problemática de la seguridad nacional, y a eso se le agregaría inmigración y todo lo demás. De modo que crearíamos un superministerio que concentraría toda la inteligencia como lo están proponiendo, lo cual a mi modo de ver no es conveniente por los riesgos que este ministerio se convierta en un fortín político”.
En tanto que el exviceministro de Justicia, Guillermo Reyes, dijo que “tampoco comparto la idea por una simple razón: entonces ¿qué va a hacer el Ministerio de Defensa Nacional? Si le quitan el tema de seguridad ciudadana, entonces ¿con qué funciones queda el Ministerio de Defensa? Una de las grandes actividades que desempeña ese Ministerio tiene que ver con todo el tema de seguridad, orden público y convivencia. Así que estaríamos haciendo un poco lo que el presidente Uribe siempre dijo, ‘para qué creamos tantos ministerios dividiendo funciones y quitándoles unas que son más del resorte”.
En segundo lugar, dijo Reyes, el país no se puede anticipar a algo que no es un hecho cierto, “el proceso de paz es largo, ni siquiera se ha consolidado la segunda parte del proceso, y ya nos estamos anticipando a crear algo que es una respuesta de lo que pide la guerrilla”.