"No se puede estigmatizar ni dividir a víctimas" | El Nuevo Siglo
Miércoles, 20 de Agosto de 2014

La guerrilla y el gobierno denunciaron nuevos ataques al proceso de paz, después de que víctimas del conflicto armado entregaran por primera vez sus conmovedores testimonios en La Habana.

 

Ambas delegaciones de paz criticaron comentarios de la legisladora derechista colombiana María Fernanda Cabal, aunque sin nombrarla, quien fustigó a Ángela María Giraldo, por entregar un emotivo testimonio el sábado como hermana de un político asesinado por la guerrilla en 2007.

 

"No puede ser que la presencia de una persona que ha sufrido la violación de sus derechos, sea nuevamente estigmatizada, solo por venir a La Habana a contar su tragedia", dijo a la prensa el jefe negociador del gobierno, el exvicepresidente colombiano Humberto de la Calle.

"No es justo que los odios y los sentimientos guerreristas que aún perviven en Colombia propulsados por sectores minoritarios con cierto poder económico y con respaldo de medios sigan tratando de sabotear este esfuerzo" de paz, declaró por su parte el jefe negociador de las FARC, Iván Márquez.

Ambos jefes negociadores, que hablaron separadamente con la prensa, destacaron la participación en la mesa de diálogo de las primeras 12 víctimas, que fueron escogidas por la ONU, la Universidad Nacional y la Conferencia Episcopal colombiana.

 

"Las víctimas cumplieron con grandeza la visita a la mesa de conversaciones (...) un proceso de paz es también eso: aprender a escuchar", dijo De la Calle.

Márquez, quien el sábado le pidió perdón Constanza Turbay, que perdió a ocho familiares a manos de las FARC entre 1997 y 2000, expresó: "nosotros escuchamos (...) con humildad y mucho respeto las voces de las víctimas".

"En el conflicto colombiano han ocurrido hechos muy lamentables que, como lo hemos reiterado también, no debieron ocurrir. Y este sentimiento es algo que se extiende a todos los participantes de este primer grupo que hicieron presencia en La Habana", agregó.

Los 12 afectados mostraron unidad al llamar a una reconciliación con verdad, aunque fueron victimizados por diferentes actores armados: guerrilla, militares, paramilitares y narcotraficantes.

 

Sus llamados a la paz y la reconciliación contrastaron con la polarización que ha vivido Colombia ante el proceso de paz, iniciado en 2012.