“Que quede claro que el Gobierno no está pensando echar para atrás la tutela como mecanismo para la protección de los derechos fundamentales para los colombianos”. Con estas palabras, el Ministro de Justicia, Alfonso Gómez Méndez, explicó que para el Gobierno Nacional este mecanismo de justicia es uno de los “mejores logros de la Constitución del 91”.
“En lo que se puede llegar a pensar, no tenemos proyectos por ahora, es en hacer compatibles la tutela con la estabilidad jurídica. Por ejemplo, si una persona demanda la propiedad de una casa ante un juzgado civil y éste se la niega, no puede ir a otro juzgado civil para que ese otro le falle de distinta manera”, indicó, y agregó: “debe haber una posibilidad de que sobre el mismo punto haya un juez que tenga la posibilidad de decir la última palabra”.
Durante el Foro Semana ¿Se necesita una reforma a la justicia en Colombia?, el jefe de la cartera de Justicia explicó que la última instancia para la tutela seguirá siendo la Corte Constitucional y que hay que acabar con la paradoja en que el juez de tutela es bueno pero el juez ordinario es malo: “cuando en realidad son los mismos”, aseveró.
“¿Y por qué son buenos los jueces de tutela? Porque fallan rápido. Entonces lo que tenemos que hacer es encontrar mecanismos para ‘tutelizar’ la administración de justicia en el sentido de que sea igual de célere, y no como ahora que la tutela se convirtió en especie de sustituto del sistema judicial. Hoy en día los ciudadanos no saben qué está pasando con la estabilidad jurídica: no puede haber 1.000 tutelas cada una con decisiones distintas”, indicó.
Gómez Méndez destacó que Colombia ha avanzado mucho en materia de justicia y que es de los únicos países en el mundo que pueden mostrar un poder judicial “autónomo e independiente”. “El poder judicial colombiano ha logrado penetrar estructuras mafiosas y políticas, qué país de la región puede mostrar casos como los de la parapolítica?”, dijo.
Y expresó que parte importante de todas las reformas constitucionales que históricamente se han planteado tiene origen en la necesidad de mejorar la justicia. Sin embargo, hizo un llamado a “desconstitucionalizar” el tema de la justicia, con el fin de que no toda reforma pase por el “pesado andamiaje de una reforma constitucional”.
También llamó la atención con el fin de que se tome conciencia “para no seguir legislando a las carreras: la forma como se introdujo el sistema penal acusatorio en Colombia, es una muestra de cómo se improvisó”, dijo. “No se conoce un proyecto de ley que se apruebe después de un estudio de orden económico, sociológico, psicológico sobre sus consecuencias. De eso se trata de que legislemos con seriedad”, concluyó.