EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo analiza usted la Justicia Especial de paz?
CAMILO MONTOYA: Hasta el momento lo único que se ha planteado es que debe existir en un proceso transicional. Recordemos que opera bien sea cuando hay una transición de una dictadura a una democracia, o cuando se supera un conflicto ya sea interno o una guerra con otro país. En este caso Colombia supera un conflicto que nos llevó más de cinco décadas, y es natural que se aplique un esquema especial de justicia transicional, toda vez que es la que tiene una teleología especial donde además de la retribución, además de la justicia, debe buscar también que se repare a las víctimas, lo que implica sacrificar algo de retribución a cambio de reconciliación.
ENS: ¿La no repetición qué implica?
CM: Eso implica un reto para el Estado colombiano y para todas las autoridades.
ENS: ¿Ve peligro de impunidad en esta justicia?
CM: No, el peligro de la impunidad está en toda la justicia, en la medida que llegue haber testigos falsos o una justicia que esté descreditada. Ese riesgo se corre en todos los países del mundo, pero en la medida en que los magistrados que se elijan tengan esa idoneidad y esa probidad, esa garantía de imparcialidad y ese compromiso con ese esquema de justicia transicional, creo que no habrá problema. Ese riesgo lo tiene la justicia ordinaria pero para eso están las garantías procesales, el debido proceso, están todos los esquemas que establece nuestra legislación política para garantizar que los jueces sean imparciales en sus providencias.
ENS: ¿Se podría considerar que es una justicia paralela a la ordinaria?
CM: Creo que la justicia es una sola, lo que pasa es que la justicia transicional tiene unas finalidades específicas y tiene una teleología especial, donde ya los fines de la pena, ya no rigen tanto las teorías absolutas y debe hablar de penas justas, y que debe hablar de pena última, que a la luz de las teorías, relativa a la pena que buscan más la prevención, la garantía de no repetición y la reparación de los derechos de las víctimas. Pero paralela no, porque la palabra paralela da la impresión de una justicia subrepticia o desacreditada y yo no la veo así.
ENS: ¿Usted fue ternado para ser magistrado de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial?
CM: Es un nuevo organismo que por virtud del acto legislativo 02 de 2015 desaparece la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura y se crea la Comisión Nacional de Disciplina Judicial que estará integrado por 7 magistrados, una terna elaborada por el Presidente y cuatro ternas las ha elaborado la Sala Admirativa del Consejo Superior de la Judicatura, luego de agotar un proceso exigente y transparente porque hubo una preselección de cerca de 180 aspirantes preseleccionaron 48, luego nos llamaron a entrevista y por diez minutos debíamos exponer el proyecto que se tenía como futuro magistrado de esa nueva corporación, ahora la elección la hace el Congreso en pleno.