Desde la Iglesia de San Pedro Claver, el Papa quiso “asegurar mi oración por cada uno de los países de Latinoamérica, y de manera especial por la vecina Venezuela”.
_______________________________
El Santo Padre se despidió de Colombia con su última parada en Cartagena, donde saludo a niños, niñas, jóvenes, y personas mayores.
Y su último mensaje antes de terminar la eucaristía que se llevó a cabo, en Contecar, invitó a Colombia a no quedarse en el primer paso.
En la celebración de la eucaristía en la ciudad de Cartagena, el papa Francisco manifestó que sí Colombia quiere “una paz estable y duradera, tiene que dar urgentemente un paso en esta dirección, que es aquella del bien común, de la equidad, de la justicia, del respeto de la naturaleza humana y de sus exigencias”.
En el Mensaje de despedida, tras la visita apostólica al país, el papa Francisco les pidió a los colombianos no quedarse con “el primer paso” sino avanzar con muchos más en la búsqueda de la armonía y la fraternidad.
“Al terminar esta celebración, deseo agradecer a Monseñor Jorge Enrique Jiménez Carvajal, Arzobispo de Cartagena, las amables palabras que me ha dirigido en nombre de sus hermanos en el Episcopado y de todo el pueblo de Dios”.
Llegada a Cartagena
Su Santidad tenía previsto llegar a la ciudad de Cartagena a las 10 de la mañana, pero su arribo se produjo 10 minutos antes. Tan pronto el avión tocó tierra cartagenera los miles de ciudadanos que se encontraban en el aeropuerto, empezaron a corear "Te queremos Papa, te queremos”, y en medio de música, cantos y la alegría propia del Caribe, en lo que fue última estación de su visita al país, fue recibido.
Antes de subirse al vehículo en el que recorrería 3,5 kilómetros hasta la Plaza San Francisco, en pleno centro histórico de la caribeña urbe, el Sumo Pontífice apreció una coreografía preparada por 300 jóvenes e inspirada en la dignidad de las personas y en la cultura local.
El papa Francisco fue recibido por grupos folclóricos de la región, y Su Santidad miraba gustosamente las imágenes y en algunos momentos acompañaba con las palmas el ritmo caribeño. La cantante del grupo se acercó al Pontífice, se arrodilló ante él y le abrazó entre lágrimas.
Del aeropuerto salió en el vehículo que siempre lo transportaba en sus recorridos por los lugares en donde estuvo, pero unos kilómetros más adelante, tomó la determinación de subirse al papamóvil y desplazarse hacia el barrio San Francisco, uno de los sectores más vulnerables.
Una vez llegó a la zona, fue saludado por altavoces y enseguida comenzó a cantar la Coral de la Universidad de Cartagena. En este barrio el pontífice escuchó a miembros de la comunidad beneficiados con las obras sociales Talitha Qum y María Revive, que tienen el apoyo de la Iglesia Católica.
También fue recibido por un grupo de bailarines de cumbia acompañados por gaitas y tambores que le dieron un toque carnavalesco a la recepción al Papa, que en todo momento se vio feliz, sin rastros del cansancio de los días anteriores.
Incidente papal
En medio de su segundo recorrido, una vez dejó el barrio San Francisco, al saludar a un niño que se le acercó y en el momento en que el papamóvil frenó, el Pontífice se golpeó contra el vidrio produciéndose una pequeña herida en la ceja izquierda y en el pómulo. Una vez sucedido este hecho, su jefe de seguridad le limpió la herida.
Así mismo, su jefe de seguridad realizó varias llamadas aparentemente para realizar consultas del caso y acto seguido salió con una pequeña curación en la parte superior de su ceja izquierda. La curación se la hicieron en Casa de Lorenza, quien tiene hace algún tiempo un comedor comunitario y donde atiende a los niños.
Mensaje a Venezuela
En el marco de su visita a la ciudad de Cartagena, El Papa rezó el Ángelus en la Iglesia San Pedro Claver, donde habló contra la pobreza, la exclusión social y para que Venezuela encuentre una solución a la crisis que vive.
El papa Francisco envió una oración al pueblo de Venezuela que atraviesa por una situación muy compleja en materia económica y política.
“Queridos hermanos y hermanas: desde este lugar, quiero asegurar mi oración por cada uno de los países de Latinoamérica, y de manera especial por la vecina Venezuela”, manifestó el Sumo Pontífice.
Añadió que “expreso mi cercanía a cada uno de los hijos e hijas de esa amada nación, como también a los que han encontrado en esta tierra colombiana un lugar de acogida. Desde esta ciudad, sede de los derechos humanos, hago un llamamiento para que se rechace todo tipo de violencia en la vida política y se encuentre una solución a la grave crisis que se está viviendo y afecta a todos, especialmente a los más pobres y desfavorecidos de la sociedad”.
Dijo: “que la Virgen Santísima interceda por todas las necesidades del mundo y de cada uno de sus hijos. Saludo a todos los presentes, venidos de diferentes lugares, como también a los que siguen esta visita por la radio y la televisión. A todos os deseo un feliz domingo. Por favor, no se olviden de rezar por mí”.
Resaltó el trabajo de San Pedro Claver, considerado el ‘esclavo de los negros’, en su labor por el prójimo e hizo un llamado para luchar contra la esclavitud que, según el Sumo Pontífice, aún se vive en el mundo.
Y dijo, “Todavía hoy, en Colombia y en el mundo, millones de personas son vendidas como esclavos, o bien mendigan un poco de humanidad, un momento de ternura, se hacen a la mar o emprenden el camino porque lo han perdido todo, empezando por su dignidad y por sus propios derechos”.
Y concluyó, “María de Chiquinquirá y Pedro Claver nos invitan a trabajar por la dignidad de todos nuestros hermanos, en especial por los pobres y descartados de la sociedad, por aquellos que son abandonados, por los emigrantes, por los que sufren la violencia y la trata. Todos ellos tienen su dignidad y son imagen viva de Dios. Todos hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, y a todos nosotros, la Virgen nos sostiene en sus brazos como a hijos queridos”.
Síganos en nuestras redes sociales: