Incremento en los asesinatos, amenazas, hostigamientos, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y estigmatizaciones de los que son víctimas los defensores de derechos humanos en las regiones de Colombia, siguen registrando los informes de varias organizaciones no gubernamentales.
En vísperas de la publicación de su propio informe, el Sistema de Información sobre Agresiones a Defensores y Defensoras de Derechos Humanos (Siaddhh), del Programa Somos Defensores, divulgó ayer los presentados por la Misión Internacional de Verificación, Human Rights Watch (HRW), el Servicio Internacional para los Derechos Humanos (Ishr), Front Line Defenders y la Relatora Especial de la ONU para Defensores, que mencionan la gravedad de la situación en Colombia para la labor de la defensa de derechos humanos.
Estos informes, expresó el Programa Somos Defensores en un comunicado, “son publicados en medio de significativas transformaciones institucionales en Colombia referente a la protección de los defensores, periodistas, sindicalistas y otras poblaciones en riesgo, producto del trabajo realizado por organizaciones sociales y de derechos humanos de Colombia en espacios como la Mesa Nacional de Garantías”.
Por ejemplo, para HRW, “los defensores de derechos humanos suelen ser víctimas de ataques y amenazas. En junio de 2011, un grupo sucesor de los paramilitares denominado Los Rastrojos habría firmado una amenaza de muerte contra numerosas organizaciones y defensores de derechos humanos, que incluía a varios destacados defensores de derechos de la mujer y de los desplazados internos”.
El Ishr reportó la estigmatización a los defensores continuó tanto en escenarios privados como públicos aún cuando ahora hay disposición para el diálogo.
Con todo, sostuvo esta ONG, “las amenazas aumentaron contra organizaciones de mujeres, líderes de procesos de restitución de tierras y líderes indígenas”, lo cual, señaló, “se expresa en hechos como el proceso nacional de las Mesas de Garantías y la propuesta de construcción de una política pública de Derechos Humanos para el Estado colombiano, pero al mismo tiempo, los defensores colombianos expresan preocupación por posturas relacionadas con el fuero militar, la persecución penal de personas que entran en procesos de paz y limitaciones al reconocimiento jurídico de derechos económicos y sociales”.
Así mismo, Ishr explicó que “en las regiones y en los ámbitos locales se observa una falta de comprensión de las políticas del Gobierno central lo que se traduce en medidas preventivas insatisfactorias frente a las amenazas, hostigamientos y homicidios de defensores y defensoras”.
“De acuerdo a informes de las organizaciones, las agresiones individuales contra las personas defensoras de derechos humanos durante el primer semestre de 2011 se incrementaron en un 126 por ciento, con respecto al mismo período del 2010”, reportó Ishr.
El documento aclara que todavía no hay compromisos puntuales que haya implementado el Gobierno, “como la falta de respuestas frente a casos de vigilancia ilegal, aclarando que las organizaciones de Derechos Humanos en el país sostienen que las interceptaciones telefónicas ilegales continúan”.