El astro Neymar aseguró este jueves que no guarda rencor al colombiano Juan Camilo Zúñiga por la falta que lo sacó del Mundial, pero dijo que estuvo cerca de quedar paralítico con esa fractura.
"Lo disculparía, sí. No le tengo rencor, odio. Él [Zúñiga] me llamó, me dijo que no me quería lesionar, que lo sentía mucho", dijo el atacante, que regresó al centro de entrenamiento de Brasil en Teresópolis para dar apoyo a sus compañeros, aún afligidos por la goleada histórica por 7-1 frente a Alemania en la semifinal.
La falta, un rodillazo en la parte baja de la espalda, le causó una fractura en una vértebra que lo sacó del torneo. Necesitará unos 40 días para recuperarse.
"Fue una jugada con la que no estoy de acuerdo, no acepto. No voy a decir que fue desleal, que fue con maldad, que hizo eso o aquello porque no estoy en su cabeza. Pero todos los que entienden de fútbol saben que no fue una entrada normal", criticó el atacante.
Compungido, dijo que la lesión pudo ser peor y estuvo cerca a quedar condenado a una silla de ruedas.
"Dios me bendijo en aquella jugada. Dos centímetros más arriba y podía estar hoy en una silla de ruedas. Es complicado hablar de estas cosas... en un momento tan importante de mi carrera", dijo sin poder contener las lágrimas.
Retorcido del dolor sobre el gramado, Neymar llegó a decir a su compañero Marcelo, que se le acercó después de la lesión, que "no sentía las piernas", según contó el entrenador Luiz Felipe Scolari poco después.
Neymar abandonó la concentración en helicóptero y no fue al Brasil-Alemania. Ya más recuperado -camina con cierta dificultad-, aunque sin condiciones para jugar, el '10' podría acompañar al equipo al juego por el tercer lugar uniformado y en el banco de reservas.