La masacrede siete personas de una misma familia indígena en la vereda El Rayo, de Tarazá, Bajo Cauca antioqueño, quedó descartada ayer según lo dijo el secretario de gobierno de Antioquia, Santiago Londoño.
También el comandante de la Región 6 de la Policía de Antioquia, José David Guzmán, aseguró que no hubo masacre.
"No ocurrió esa masacre", explicó el secretario Londoño, contando cómo las autoridades encontraron en El Bagre a Orgarita Ogani, la mamá del joven Luis Albeiro González, el supuesto sobreviviente de la masacre. La señora dijo que su hijo ya no vive con ella y que sufre de trastornos mentales.
"La madre estaba en el municipio de El Bagre, ella vive allá aparentemente. Se está investigando la situación mental del joven para entender lo que está pasando. Pero ya podemos decir que no se dio tal masacre. Apareció su mamá, su papá murió hace más de 20 años, entonces lo que vemos claramente es que no existió una masacre y hay que revisar el estado mental del joven", le precisó Londoño a RCN La Radio.
Ogani habría indicado que los supuestos cuatro hermanos tampoco existen.
González, quien había informado el viernes en la mañana a hombres de la Brigada Móvil No. 18 del Ejército y a funcionarios de la Personería de Tarazá sobre la presunta masacre de su familia, padre, madre y cinco niños, supuestamente perpetrada el jueves por hombres del frente 18 de las Farc, está en manos de las autoridades.
"El joven que denunció la masacre será sometido a revisiones médicas para establecer su estado de salud", anotó Londoño, quien se alegró porque "esa situación no se presentó" y por eso "se agotaron todas las posibilidades" hasta que se aclaró todo.
Londoño recordó que la Gobernación de Antioquia y las autoridades siempre estuvieron atentas a la denuncia y buscaron confirmar la versión e incluso estuvieron sobrevolando la zona en la que habría ocurrido el hecho.
Efectivamente, desde que se conoció la noticia el pasado viernes 3 de mayo, las autoridades desplegaron un gigantesco operativo por tierra y aire para llegar hasta El Rayo, a 10 horas de camino del casco urbano de Tarazá. En menos de 24 horas las autoridades lograron entrevistar a varios habitantes de la vereda, quienes manifestaron su desconocimiento del hecho.
La información de la masacre de siete personas, entre ellas cinco menores, de una misma familia indígena, surgió después de que el joven de 19 años diera aviso en la Personería de Tarazá.
También enviaron a miembros del Ejército por tierra que tomó precauciones porque la zona está minada por las Farc, que hace presencia en la zona.
"El joven que denunció la supuesta masacre fue llevado a la zona en helicóptero pero en esa oportunidad no se pudo orientar", recordó Londoño.