No menos de 70 jóvenes fueron los que se escaparon del centro de trabajo El Redentor, ubicado en el sur de la ciudad, luego de que un grupo de internos provocara un incendio que causó que parte de la estructura colapsara, confirmó el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).

Según la información suministrada por el comandante de Policía de Tunjuelito, coronel Sergio Rojas, los internos le prendieron fuego al bloque de alojamiento, que sufrió graves daños en su infraestructura, puertas y ventanas; y que dejó un saldo de cuatro jóvenes y cinco profesores lesionados, quienes reciben atención médica en los hospitales Simón Bolívar, San Carlos, Meissen, San Rafael y San José Centro. Algunos de los afectados fueron conducidos con quemaduras en sus extremidades y rostro.

Al cierre de esta edición, la secretaria Distrital de Gobierno, Gloria Flórez, dijo que las entidades y las autoridades locales ya se encuentran efectuando labores operativas para dar con el paradero de los 26 jóvenes que al momento se encuentran desaparecidos.

“La Policía Nacional está haciendo su trabajo, sus operativos de inteligencia para dar con los adolescentes que se han fugado, sabemos que la situación es compleja por tratarse de menores y necesitamos brindarles todas las garantías a los jóvenes de El redentor, muchas de las habitaciones fueron incineradas y vamos a enfrentar esta crisis de manera integral como le compete al Distrito y al Gobierno nacional”, explicó.

Por otra parte, el comandante de la Policía Metropolitana, general Humberto Guatibonza, aseguró que de manera conjunta con el Bienestar Familiar buscarán restablecer el orden en el centro de rehabilitación ubicado al sur de la ciudad y desmintió que se hubieran cometido excesos por parte de los uniformados.

“Ustedes vieron las imágenes, ustedes vieron cómo fue atacada la Policía, incendiaron 4 alojamientos, la conflagración pudo ser peor pero afortunadamente no hay ninguna persona lesionada”, señaló el alto oficial.

De otra parte, un grupo de padres y madres de los jóvenes internos se congregaron a las afueras del centro de rehabilitación para visitar a sus hijos, y de paso, denunciar presuntos maltratos por parte de los funcionarios del centro.

Los angustiados acudientes manifestaron que se enteraron del incidente a través de los medios de comunicación, ya que el centro en ningún momento les informó de lo sucedido. Así mismo, relataron que por efectos del paro judicial no han podido legalizar la salida de varios jóvenes que ya cumplieron su condena y que toda acción que toman trae repercusiones en sus hijos.

Sobre este centro se ha colocado el ojo, puesto que no es la primera vez que se presenta una situación de esta índole. En 2010, la Policía logró frustrar una masiva fuga de cerca 50 internos que terminó en un enfrentamiento con miembros de la Fuerza Pública, donde diez uniformados y cinco internos resultaron lesionados. En su momento, la Defensoría del Pueblo manifestó que los jóvenes portaban armas cortopunzantes, piedras, palos y tejas, con las cuales atacaron a los guardias.