“No hemos visto ningún hecho que uno pueda apreciar como reflejo de un interés real en procurar una desmovilización de esa organización”.
En este momento el Gobierno no adelanta conversación alguna con grupos armados ilegales, precisó ayer el ministro del Interior, Germán Vargas.
Tras aclarar que “no soy el encargado del tema”, el alto funcionario declaró que estaba en capacidad de informar que “el Gobierno no está adelantando en este momento ningún tipo de negociaciones con ninguna organización”.
Vargas recordó que el presidente Juan Manuel Santos “ha señalado que en el futuro, cuando las condiciones lo permitan y haya la certeza de que les asiste a las Farc el deseo de desmovilizarse, con hechos ciertos, considerará abrirle paso a este proceso, antes no”.
En todo caso, el ministro Vargas se declaró “bastante escéptico” de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) expresen su voluntad de adelantar un proceso de paz, “porque no hemos visto ningún hecho que uno pueda apreciar como reflejo de un interés real en procurar una desmovilización de esa organización”.
Vargas anotó, además, que el Gobierno Nacional “no va a caer en la trampa de debilitar las acciones que tienen el propósito de desarticular a ese grupo subversivo”.
No
Ya el presidente Santos, al responder una carta del jefe guerrillero Rodrigo Londoño, alias Timoleón Jiménez o Timochenko, señaló en su Twitter que “no queremos más retórica, el país pide hechos claros de paz. Que se olviden de un nuevo Caguán”.
“Con participación activa de los afectados, nos interesa tratar en una hipotética mesa de conversaciones. De cara al país”, había escrito Londoño, proponiendo “retomar la agenda que quedó pendiendo en El Caguán”, localidad del Caquetá desmilitarizada entre 1998 y 2002 para favorecer las negociaciones.
En ese momento, coincidió con el presidente Santos el ex comisionado de paz Camilo Gómez, quien aseguró que la posición del Mandatario es la que se planteó desde el inicio de su Gobierno: que “para avanzar en algún proceso se requiere la liberación de los secuestrados, la suspensión del secuestro y el cese de acciones violentas”.
Daniel García-Peña, también ex comisionado de paz, luego de considerar como “positivo” que las Farc “insistan en conversar con el Gobierno”, indicó que la propuesta “es poco realista en los términos que ellos plantean” y comentó que las Farc no parecen ser conscientes de los cambios que se han dado en los últimos diez años, tanto en la situación de la guerra “por los golpes que han sufrido” como en “la pérdida de apoyo y legitimidad política”.
Gómez precisó que las conversaciones de El Caguán quedaron en un compromiso de cese al fuego y suspensión del secuestro: “Eso quedó en un documento y si se retoman los diálogos, necesaria y obligatoriamente debe haber una suspensión del secuestro y actividades violentas”.
Con todo, García-Peña hizo notar que las Farc y el Gobierno se encuentran en una etapa de “pre negociación”, por lo que “es natural que las partes, estudiando la teoría de resolución de conflictos, pongan sus cartas sobre la mesa de una manera maximalista”.