No hay cómo reemplazar recursos del 4 por mil | El Nuevo Siglo
Martes, 25 de Septiembre de 2012

Si el  Congreso decide eliminar el impuesto del 4 por mil a las transacciones financieras no tendría cómo reemplazar esos recursos de los que el 25 por ciento están destinados para atender  los damnificados por la ola invernal que sacudió al país en 2010 y 2011.

Actualmente el Gobierno recauda por este tributo que es cobrado por los bancos y otras entidades del sistema financiero a la mayor parte de operaciones realizadas por los usuarios, alrededor de cinco billones de pesos al año.

De acuerdo a lo reportado por el Ministerio de Hacienda en el informe de cierre fiscal del primer semestre del 2012, hasta junio se había recaudado por este concepto 2,6 billones de pesos, con un crecimiento del 8 por ciento frente al mismo periodo del año pasado cuando el resultado fue de 2,4 billones de pesos.

Indica el informe de la cartera de Finanzas, que este aumento “obedeció en gran parte a las disposiciones de la Ley 1430 de 2010, en la que se aclaró el tratamiento del tributo en algunas operaciones financieras. Allí mismo se estableció que el 25% de los recursos recaudados por este impuesto se dedicarán exclusivamente para atender los damnificados por las fuertes lluvias de 2010 y 2011, a través del Fondo de Calamidades. De esta manera por concepto de Gravamen de Movimientos Financieros, GMF, se ha recaudado 0,1% del PIB, que se destinará a la emergencia invernal”.

Para el analista privado Bernardo Ramírez, el problema de este tributo es que “no hay forma de reemplazarlo, ya que los recursos que se recaudan tienen destinos directos y definidos como los que van a atender a los afectados por la ola invernal. Además, sabemos que los tributos pasajeros se quedan y distorsionan las finanzas como es este el caso y como ha sucedido en múltiples ocasiones en el país”.

Sin embargo, en el Congreso cursa un proyecto que va por el segundo debate, en el que se propone eliminar con mayor rapidez el gravamen desde el 2013 y hasta el 2015. Si esta iniciativa avanza en el Parlamento, se modificaría lo establecido en el estatuto tributario que en el artículo 872 del 29 de diciembre de 2010 estableció que entre el 2014 y el 2015 se modificaría el 4 por mil para bajarlo al 2 por mil, posteriormente en el 2016 y 2017 se bajaría al 1 por mil para dejarlo en 0 por mil en el 2018.

De acuerdo con el Representante David Barguil, “el rubro es uno de los principales enemigos de la bancarización de los más pobres. El año pasado los colombianos pagamos 5 billones de pesos por este concepto, es un impuesto antitécnico y por eso tiene que ser eliminado, se ha convertido en una barrera para que los colombianos accedan al sector bancario”.

La iniciativa propone que el impuesto se reduciría al dos por mil (2 x 1.000), en el 2013; al uno por mil (1 x 1.000) en 2014; y al cero por mil

 (0 x 1.000) en 2015.

En carta dirigida a los presidentes de los bancos, el congresista pide que apoyen la iniciativa legislativa y que expresen su compromiso real con el país, a través de medidas que profundicen la bancarización.

El representante David Barguil planteó que es necesario acompañar el proyecto de ley, con el ofrecimiento de paquetes gratuitos de productos y/o servicios para los usuarios del sistema financiero, dado que esta propuesta no sólo impactaría de manera positiva a los consumidores sino que también beneficiaría a la banca.

Sobre este impuesto, la Asobancariase ha pronunciado en varias oportunidades y es partidaria de eliminar el tributo. La presidenta del gremio, María Mercedes Cuéllar, ha dicho en varias oportunidades que son tantas las distorsiones que ha generado en la economía el Gravamen a los Movimientos Financieros (GMF), que debe eliminarse de un solo tajo. “Desde que este impuesto fue adoptado, el funcionamiento de los mercados financieros se ha visto notoriamente perturbado, entre otros factores, porque ha hecho que se prefiera el efectivo, también que se reduzca el valor y número de cheques compensados, ha encarecido la fuente de fondos del sistema financiero, aumentando los costos de operación del sistema de pagos de alto valor y, con todo ello, el consecuente proceso de desbancarización de la economía”, sostuvo la dirigente gremial.

Cálculos del gremio permiten pensar que al eliminar el gravamen no sólo se aumentaría la profundización financiera en el país, sino que también se generarían efectos positivos sobre las tasas de interés y sobre el nivel de tributación del sector financiero.

 

El impuesto a las transacciones financieras, ha sido criticado tanto por usuarios como por los establecimientos de crédito.