No hay claridad sobre resultados del PIPE | El Nuevo Siglo
Domingo, 7 de Julio de 2013

Pasados un poco más de dos meses, la evaluación al Plan de Impulso a la Productividad y el Empleo (PIPE) cuenta aún con pocos elementos de juicio para tener un concepto definitivo, según lo consideran algunos sectores económicos. Sin embargo, para los gremios el avance no es óptimo y hace falta acelerar el paso.

Precisamente el PIPE se trazó con el fin de estimular el crecimiento de sectores como industria, agricultura y construcción, a través de ramas como vivienda e infraestructura, entre otros temas.

El presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Rafael Mejía, dijo en su momento que “dos de los principales compromisos adquiridos por el Gobierno en el PIPE como atajar la revaluación y el contrabando, no han tenido resultados hasta ahora”.

Otras miradas

Por su parte el director del programa de economía de la Universidad de La Sabana, Alberto Naranjo, dice que hay dos formas de analizar el tema.

“Hay que mirar si el tiempo que ha pasado ha sido suficiente para evaluar los impactos y ante eso la respuesta es que todavía no es suficiente”.

El otro aspecto son las expectativas frente al impacto en el largo plazo. Frente a ello “soy un poco escéptico en el efecto que pueda tener, sobre todo en el tema de la industria porque hay otros problemas más estructurales que tiene el sector como para que se logre un buen impulso con el PIPE”.

En su opinión, sí se va a evidenciar el impacto en la creación de empleo, “pero para mí este tipo de políticas son coyunturales, hay otros problemas más estructurales de la economía por ejemplo, en los temas de infraestructura o contrabando, en el sector educativo y en la capacitación de los trabajadores para encontrar mano de obra. Eso es más importante que mirar cómo bajarle los costos laborales a las empresas”.

Nada nuevo

Para el Director de Análisis Macroeconómico y Sectorial de Fedesarrollo, Jonathan Malagón, “el  PIPE no tenía ninguna medida novedosa más allá, lo verdaderamente destacable era el estímulo al crédito de vivienda y, por mecanismos de transmisión, ese efecto no se verá sino hasta el segundo semestre de este año”.

Es un programa compuesto por dos tipos de medidas.

“Las primeras son decisiones de política que ya estaban previstas y que venían operando, como la mayor apropiación de recursos para infraestructura, la lucha contra el contrabando o la compra de divisas por parte del Banco de la República”, dijo.

En el segundo grupo de medidas, las novedosas, “se destaca el subsidio de vivienda para la compra de predios para la clase media (entre 79 y 197,5 millones de pesos) y el fomento del mayor ahorro en moneda extranjera (de cinco mil millones de dólares) por parte de los fondos de pensiones (tanto del Fonpet como de los fondos privados)”.

En cuanto a las medidas cambiarias, “los recientes acontecimientos internacionales, en que las perspectivas de que los estímulos monetarios en EE.UU. podrían comenzar a reversarse al finalizar 2013, han generado una fuerte depreciación del peso colombiano (en lo corrido de 2013 el peso se ha devaluado 2% en relación al mismo periodo de 2012)”.

Así, las determinaciones estipuladas en el PIPE, en torno a la necesidad de reducir las presiones de apreciación de la moneda local “se tornan menos relevantes, en un contexto en el cual los movimiento de la tasa de cambio están liderados por la situación externa más que por la interna”.

Por esa razón, “consideramos que tanto las medidas cambiarias del PIPE, como la compra de divisas que hasta el momento ha realizado el Banco de la República, podrían revertirse en el segundo semestre del año, lo que podría repercutir en un alivio fiscal de alrededor de un billón de pesos al cierre de 2013”.

En cuanto a las medidas contempladas para dinamizar el mercado de vivienda, “vale decir que la propuesta está dirigida principalmente a la clase media, contemplando un subsidio de 2,5% sobre la tasa de interés del crédito por los primeros siete años  de su vigencia, el cual se otorga mediante “coberturas” del FRECH”.

La novedad del esquema “se halla en que el Estado concluyó ex-ante una negociación con el sector financiero para bajar las tasas de estos créditos, hasta un valor máximo del 7%”.

De esa forma, “es de esperarse que en los próximos meses, se observe una mayor dinámica de la demanda por vivienda, reflejada a través de un mayor crecimiento de la cartera hipotecaria, lo que a su vez deberá tener efectos positivos sobre el desempeño del sector de edificaciones en los próximos trimestres”.

Sin embargo, “durante los últimos dos meses, el mercado de deuda púbica interno ha evidenciado fuertes desvalorizaciones a lo largo de la curva de rendimientos, lo que ha generado pérdidas para el sector financiero”.

De seguir esa tendencia, “podría restringirse el flujo de recursos destinados a los créditos de vivienda, limitando así los alcances del PIPE”.

Destacados 

Por su parte, el gerente del Segmento de la Agroindustria de Bancolombia, Jhon Fredy Escobar, explicó en el editorial de la más reciente edición de la revista Capital Inteligente que “las acciones pensadas por el Gobierno Nacional mediante el PIPE, contemplan una serie de medidas tributarias, cambiarias, arancelarias y de competitividad que son bastante importantes ante las cifras algo desalentadoras en el crecimiento de la manufactura colombiana”.

Entre otras cosas, “programas como el planteado dentro del PIPE para impulsar la construcción y venta de vivienda nueva son importantes para mantener una dinámica constante en la generación de empleo”.

 

 

Posición del Gobierno

De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, los avances de este Plan y sus efectos sobre la economía se pueden medir de la siguiente manera:

En primer lugar, “es importante resaltar los logros en materia cambiaria. En el marco del PIPE, mediante el Decreto 849 del 25 de abril del 2013, se logró que los recursos del Fondo de Pensiones de Entidades Territoriales (Fonpet) provenientes del Sistema General de Regalías, fueran invertidos en activos de emisores del exterior”.

La cartera le confirmó a EL NUEVO SIGLO que esto ha implicado una recomposición del portafolio incrementando la participación en activos de emisores externos.

“Adicionalmente, el anuncio frente a la publicación de un Decreto que modificará la rentabilidad mínima de los fondos de pensiones obligatorias, ha generado que estos se adelantaran a la medida realizando compras por US$1.504 millones entre mayo y junio de este año”, agrega.

Dichas medidas, sumadas a las coyunturas recientes del mercado internacional, “han permitido que la tasa de cambio vuelva a ubicarse por encima de $1.900, alcanzando una devaluación del 8,3% en lo corrido del año, una de las más fuertes de América Latina”.

Otro de los grandes beneficiados del PIPE sobre la economía, de acuerdo con el Ministerio de Hacienda, ha sido el sector de la construcción.

“Desde la semana misma del anuncio, los diferentes bancos redujeron sus tasas para préstamos hipotecarios en el sector de vivienda No VIS a tasas cercanas al 7%”, añade.

Además, “con corte al 5 de julio, gracias a los recursos del Fondo de Reserva para la Estabilización de la Cartera Hipotecaria (Frech III), se han aprobado 3.733 créditos hipotecarios para vivienda nueva por $311.600 millones”.

Esto ha impulsado el aumento en las ventas de vivienda nueva, las cuales en mayo registraron un crecimiento del 29% para todo el segmento No VIS, dijo la cartera.

Para el Ministerio, “es importante resaltar que para mayo pasado la industria ya comenzaba a mostrar signos de recuperación”.

Por un lado, argumenta, el Índice de Confianza Industrial de Fedesarrollo se ha recuperado en 620 puntos básicos durante abril y mayo.

Además, “de acuerdo con la Encuesta de Opinión Industrial Conjunta de la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI), las ventas y la producción industrial tocaron fondo en marzo, empezando a mostrar mejores niveles en abril”.

   Por lo tanto, “es de esperar una recuperación de los indicadores industriales para el segundo trimestre del año. En suma, en escasos dos meses de implementación el PIPE ya comienza a mostrar sus efectos en la economía y lo seguirá haciendo con más fuerza a medida que avance su implementación”.