"No se van a producir excarcelaciones masivas. Cada caso será analizado, salvo aquellos que impliquen penas por delitos graves", declaró ayer el ministro de Justicia, Alfonso Gómez, desmintiendo informaciones que hablaban de que hasta 10.000 presos recobrar la libertad cuando entre en vigor el Código Penitenciario aprobado la víspera.
"El Código tiene el fin de diferenciar entre las cárceles de máxima, los pabellones especiales o los tratamientos diferenciados, además de intentar mejorar las condiciones sanitarias de las mismas", puntualizó Gómez en declaraciones para Caracol Radio.
Sobre el mismo tema, el vicefiscal Jorge Perdomo dijo que aunque es probable que la Ley excarcele a miles de reclusos, lo importante es la racionalización del derecho penal, ya que de no hacerlo bien en poco tiempo las prisiones volverían a llenarse de personas.
“La solución al problema del hacinamiento no es el excarcelamiento masivo, ni siquiera la excarcelación de algunas personas. Lo que hay que pretender es que se racionalice el derecho penal, porque tal vez saldría un número importante de personas, pero como funciona el sistema penal, las cárceles volverían a llenarse con otros 10.000 en un muy poco tiempo”, dijo Perdomo.
El funcionario agregó que para esto se debe contar con una política carcelaria integral.
“La solución no es deshacinar o excarcelar. La solución que consideramos conveniente es una política penitenciaria integral y coherente, apuntando más al derecho penal que a la justicia premial”, señaló.
Perdomo concluyó diciendo que “esta es una reforma a la Ley 965, no es un nuevo Código. Consideramos que hay unos elementos muy importantes, hay unas normas que permiten de alguna forma deshacinar las cárceles”.
Como lo informó ayer EL NUEVO SIGLO, la libertad gradual presos condenados por delitos que no sean de alta gravedad, es el primer efecto que producirá el Código Penitenciario y Carcelario aprobado en último debate en la plenaria del Senado.