"No era mi intención provocar a Venezuela" | El Nuevo Siglo
Viernes, 7 de Junio de 2013

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, abogó este viernes en Londres por la continuidad de las buenas relaciones con Venezuela y afirmó que no tuvo intención de provocar" al presidente de aquel país, Nicolás Maduro, cuando se reunió con el líder de la oposición, Henrique Capriles.

"Soy un demócrata y creo que es normal reunirme con el gobierno y reunirme con la oposición", declaró Santos en inglés en un foro económico dedicado a Colombia organizado por el diario Financial Times.

"No fue mi intención provocar a un gobierno amigo con el que tenemos buenas relaciones a pesar de que somos muy diferentes en muchos aspectos y tenemos visiones diferentes", agregó el mandatario buscando apaciguar la tensión diplomática que suscitó la reunión entre los dos vecinos.

Maduro consideró que Santos había "roto las reglas del juego" al recibir a Capriles el 29 de mayo en Bogotá y consideró que esta reunión había sido una "puñalada a Venezuela por la espalda", pero posteriormente suavizó el tono de sus declaraciones y aseguró que su país quiere tener "buenas relaciones con Colombia".

Santos recordó que las diferencias no impidieron que trabajara "muy bien" con el expresidente Hugo Chávez hasta su muerte en marzo pasado, y dijo que esperaba que ocurriera lo mismo con su sucesor.

"Espero continuar la misma relación con el señor Maduro", señaló ante un nutrido grupo de empresarios y directivos de las principales empresas británicas.

"Como le dije a Chávez, 'usted no puede pretender que yo me convierta en un revolucionario bolivariano, y yo no pretendo que usted se convierta en un liberal demócrata'", subrayó el presidente colombiano.

Más tarde, ya en español, declaró a los periodistas que uno de los objetivos de la política exterior de su gobierno era "mantener buenas relaciones con todos nuestros vecinos, incluyendo a Venezuela".

"Con el presidente (Hugo) Chávez, eso fue lo que hicimos, cambiamos la situación radicalmente, mantuvimos unas muy buenas relaciones hasta el momento de su muerte y yo espero que con el presidente Maduro podamos hacer exactamente lo mismo para bien del pueblo venezolano y bien del pueblo colombiano", ratificó.

 

Espera fin del conflicto

El presidente, Juan Manuel Santos, se mostró esperanzado en poner fin al conflicto armado interno "antes del final de este año", en un discurso en un foro económico en Londres en el que presentó su país como un lugar de seguro para invertir.

 

"Creo que con voluntad política del otro lado podemos terminar las negociaciones y poner fin al conflicto antes del final de este año", declaró el mandatario en su intervención en la conferencia "Invertir en la nueva Colombia", organizada por el diario Financial Times.

Ante decenas de empresarios y directivos de algunas de las principales compañías británicas, precisó sin embargo que no quería poner "fecha límite" porque se trataba de un proceso "difícil".

 

El gobierno de Santos negocia con la guerrilla de las Farc desde noviembre pasado en La Habana una salida pacífica al conflicto interno que asola el país desde hace 50 años y ha dejado más de 3,7 millones de desplazados, 600.000 muertos y 15.000 desaparecidos.

Las dos partes alcanzaron el 26 de mayo un acuerdo sobre el problema agrario, el primero de los cinco puntos de la agenda de las negociaciones de paz, y el diálogo debe reanudarse el martes para abordar el tema de la participación política de la guerrilla.

 

"Tengo confianza en que vamos a llegar a un acuerdo", insistió el presidente colombiano. "Las guerrillas no tienen alternativa. Francamente, es ahora o nunca", agregó.

Según él, "cualquier conflicto tiene que terminar con una solución negociada, o con una destrucción completa, lo que en este caso es imposible, por la geografía y por las circunstancias".

 

Pero, señaló, "no hay nada acordado hasta que todo está acordado", y que por lo tanto no hay todavía un "cese del fuego".

El mandatario colombiano destacó que había recibido "apoyo de todo el mundo", el último la víspera del primer ministro británico David Cameron.