No compartimos con el gobierno que ya no exista el paramilitarismo: AI | El Nuevo Siglo
Martes, 20 de Septiembre de 2011

Pese a que sus jefes se acogieron a un proceso de paz, en Colombia persisten las estructuras paramilitares que cometieron crímenes atroces, alertó Amnistía Internacional.

"Aún se mantienen las estructuras políticas y económicas de los paramilitares en las regiones, y las víctimas son las mismas: sindicalistas y líderes comunitarios", dijo Marcelo Pollack, responsable de AI para Colombia.

"No compartimos la posición del gobierno de que ya no existe paramilitarismo. El gobierno argumenta que estos nuevos grupos ‘bacrim’ están al servicio del narcotráfico, pero los paramilitares siempre estuvieron al servicio del narcotráfico", resaltó Pollack.

"Al final, el nombre con que se califiquen esos grupos es un debate académico, porque el resultado para las víctimas es el mismo", añadió.

Amnistía Internacional ha sido crítica de la Ley de Juticia y Paz, que acompañó el proceso de desmovilización de las AUC y brindó beneficios procesales a los jefes de esos grupos a cambio de la confesión de sus crímenes y la reparación a las víctimas.

"Esa ley se centró en los jefes, pero no tocó las estructuras en las regiones. Vemos en la actualidad una situación similar a la de los años 80", cuando había varias organizaciones paramilitares aún no centralizadas en las AUC, explicó Pollack.

"Pensamos que hay condiciones para el resurgimiento de una gran organización jerárquica, con los grupos más grandes que están absorbiendo a los pequeños", refirió.

Según AI, cerca del 90% de los 32.000 paramilitares desmovilizados entre 2003 y 2006 "no fueron nunca investigados por violaciones de derechos humanos y por tanto pudieron volver libremente a sus comunidades".

Para Amnistía Internacional, la llegada al poder hace un año del presidente Juan Manuel Santos, un dirigente de centro-derecha, significó un cambio positivo con respecto al gobierno de su predecesor Álvaro Uribe, especialmente en la retórica y con el reconocimiento de la existencia de un conflicto armado y de sus víctimas.

"Ya no hay un discurso agresivo hacia los grupos de defensa de los derechos humanos. Es un paso importante y lo reconocemos. Pero siempre insistimos en que lo más importante es lo que pasa en el terreno (...) y no hemos visto cambios sustanciales en el tema de abusos a los derechos humanos", concluyó Pollack.

AFP