Por: Gabriel Sonny Cubillos
Periodista EL NUEVO SIGLO
En una buena intención se ha quedado por el momento la propuesta que hace dos años hizo el presidente Santos a este Congreso, que consiste en dedicar unos meses para estudiar las leyes y decretos que ya no se necesitan. El Parlamento no ha avanzado en ese tema, en tanto que son pocos los avances de una comisión que creó el Ministerio de Justicia para que presentara un estudio sobre este asunto.
La meta que tenía el Ministerio de Justicia era ambiciosa, pues presupuestó que el Comité para la Depuración y Racionalización del Ordenamiento Jurídico Colombiano, que instaló en enero pasado, terminaría el estudio sobre las leyes inútiles a más tardar en el tercer trimestre de 2013, de tal forma que fuera posible presentar este mismo año al Congreso un proyecto sobre el particular.
“Vamos a seleccionar grupos de leyes y decretos por periodos de tiempo de cinco años. La idea es que al final del año el producto sea un decreto que derogue todas estas normas que están en desuso, así como un proyecto de ley para derogar las leyes que están absolutamente obsoletas y que no tienen ninguna aplicación”, explicó en esa oportunidad el viceministro de Promoción de la Justicia, Miguel Samper.
Sin embargo, esto no será posible porque dicho estudio está a medio camino y según se conoció será muy difícil que dicha iniciativa logre ser presentada a este Congreso, que finaliza su periodo el 20 de junio de 2014.
Llama la atención el tiempo que transcurrió desde que el presidente Santos hizo la propuesta al Congreso sobre la necesidad de eliminar las normas inútiles, en mayo de 2011, hasta cuando el Gobierno en serio le ‘metió mano’ al asunto para encargarse de este tema, en enero de este año.
El 8 de mayo de 2011 el presidente Santos propuso “de pronto podríamos pensar en dedicarle unos meses, tres meses. El Congreso se dedica solamente a estudiar aquellas leyes que ya no se necesitan”. Añadió en esa oportunidad, que “el trabajo del Congreso en décadas anteriores, y hablo de décadas anteriores porque es de mucho tiempo atrás, ha sido un trabajo de producir una cantidad de leyes que con el tiempo se van volviendo obsoletas y obstáculos para el desarrollo”.
<INTERTIT>El Parlamento
La idea del presidente en 2011 fue inmediatamente acogida con buen ánimo por el entonces presidente del Parlamento, senador Roy Barreras, quien expresó frente a la propuesta presidencial, que “más que leyes útiles o inútiles lo que hay son leyes incompletas que necesitan actualización, ese es el trabajo permanente del Congreso”.
Barreras señaló en esa ocasión también que “me parece bien, porque podrían hacer una sola ley con un solo artículo que diga que se deroguen las leyes tales. Hacer una lista de las leyes inoperantes y costosas, creo que es un buen ejercicio de depuración legislativa”.
Sin embargo, la verdad es que durante todo este tiempo en el Congreso no ha sucedido nada con la propuesta presidencial porque a motu proprio no ha sacado tiempo para acometer la titánica tarea de establecer cuáles son las leyes inútiles que tiene el país, y dejó que el Ejecutivo acometiera esa labor.
Ahora bien, habría que decir en favor del Congreso en este tema, que luce irreal la propuesta del Jefe de Estado en la parte que propone “de pronto podríamos pensar en dedicarle unos meses, tres meses. El Congreso se dedica solamente a estudiar aquellas leyes que ya no se necesitan”.
En ese sentido ¿podría el Congreso dedicar media legislatura a hacer un estudio sobre leyes inútiles, cuando, por ejemplo, el Gobierno presentó cerca de 70 proyectos en la legislatura que acaba de concluir?
Sobre el particular el representante Augusto Posada, quien acaba de terminar su periodo de un año como presidente de la Cámara de Representantes, dijo que “pues más que el Congreso, la verdad la propuesta nunca pasó a ser un hecho a que conformáramos una comisión entre el Gobierno y el Congreso, que obviamente con el Gobierno se tiene que identificar qué leyes son obsoletas. Nunca hubo una conversación o un tema concreto al respecto, pero eso no sería tan fácil como que el Congreso se reúna a ver qué leyes son obsoletas”.
En ese sentido, el Parlamentario dijo que tendría que hacerse una comisión multidisciplinaria “entre el Gobierno y el Congreso, y la verdad nunca oficialmente se escuchó una propuesta al respecto”.
Dentro del sinnúmero de normas en desuso y que hoy suenan ‘raras’ está la Ley 62 de 1887, que en su artículo 4° indica “prohíbese la importación de chinos para cualesquiera trabajos en el territorio colombiano, sin perjuicio de lo que se haya estipulado con determinadas compañías antes de la expedición de la presente ley”.