De acuerdo con la información arrojada por los sistemas oficiales, luego de un proceso de depuración y cuantificación a través de contrastación de fuentes oficiales, en 1.070 municipios, entre 2008 y 2012 hubo al menos 48.915 casos de menores de 18 años víctimas de violencia sexual: 41.313 niñas y 7.602 niños, donde el presunto perpetrador fue un actor armado.
Así lo revela el informe sobre violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes (NNA) en el conflicto armado en Colombia “Que dejen de cazar a las niñas y los niños”, en el que se afirma que cerca de 27 niños, niñas y adolescentes son diariamente agredidos sexualmente en el territorio nacional.
En el período estudiado, de acuerdo a los datos arrojados, las regiones más afectadas según los registros son Antioquia, Valle del Cauca, Nariño, Santander y Bogotá con el 56 por ciento de los NNA víctimas registrados, es decir 1.327 niños y 5.379 niñas.
El documento también resalta la poca información disponible para los departamentos de la región amazónica, donde la militarización del territorio, la presencia de cultivos de uso ilícito y la presencia de actores armados ilegales así como la articulación de redes de prostitución forzada a partir de la presencia de contratistas foráneos en la explotación petrolera y fumigación de cultivos, ha evidenciado prácticas recurrentes de violencia sexual que a pesar de haber sido abiertamente denunciadas por la sociedad civil y la comunidad internacional no han sido registradas.
En Colombia los estudios encontrados hasta hoy sobre violencia sexual en contextos de conflicto armado, sus formas, impactos y frecuencias se concentran en la afectación de las mujeres y en algunos casos concretos las niñas de manera particular, pero ninguno respecto a los niños.
A pesar de todas las acciones afirmativas de visibilización de este tipo de violencia en contextos de conflicto, en términos cuantitativos, no existe en Colombia un diagnóstico que dé cuenta de la magnitud del fenómeno a nivel nacional y local y que permita identificar lugares o períodos con mayor incidencia de este tipo de delitos, no existe para la opinión pública una cifra –por lo menos- aproximada del número de niños, niñas y adolescentes que han sido víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado y la violencia socio-política.