El gobierno de Costa Rica llamó este miércoles a consultas a su embajador en Managua, Javier Sancho, al tiempo que anunció una nota de protesta por las declaraciones del presidente Daniel Ortega, que reclamó derechos de Nicaragua sobre la provincia costarricense de Guanacaste.
"Es un desprecio difícil de comprender particularmente porque Costa Rica no está haciendo nada para provocar este tipo de reacciones. Nuestra obligación como Gobierno es prestarle atención, darle toda la importancia que amerita cuando se amenaza a un país con cercenarle una importante porción de su territorio", afirmó la presidenta Laura Chinchilla, según un comunicado oficial.
La mandataria dijo estar "indignada" por las palabras de su colega nicaragüense, "al igual que todos los costarricenses".
Las declaraciones de Ortega, hechas la noche del martes, también fueron calificadas de "irrespetuosas para Costa Rica y fuera del derecho internacional" por el ministro de Relaciones Exteriores, Enrique Castillo, quien calificó de "expansionista" al gobierno de Managua.
Ortega dijo en un acto oficial que considera la posibilidad de acudir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para reclamar para Nicaragua la provincia de Guanacaste.
"Dadas las circunstancias de que este tema (del Guanacaste) no ha sido debatido en la Corte, podemos considerar llevar el caso a la CIJ e incluso le permitiría a Nicaragua recuperar ese territorio", planteó Ortega.
El mandatatario nicaragüense afirmó que Guanacaste fue cedida como "compensación" por la ayuda que los costarricenses dieron para expulsar al estadounidense William Walker, que se hizo elegir presidente en 1856 y pretendía anexar el país a Estados Unidos.
Guanacaste, la provincia más septentrional de Costa Rica, es un territorio de 10.140 km2, con una población de más de 280.000 personas, que se adhirió a Costa Rica en 1824, tres años después de que Centroamérica se independizara del dominio colonial español.
Las relaciones entre Costa Rica y Nicaragua han llegado a uno de sus puntos históricamente más bajos desde finales de 2010, cuando el Ejército nicaragüense ingresó a un pequeño territorio fronterizo, del lado del Caribe, llamado isla Calero (o isla Portillo), que Costa Rica reivindica como suyo.
Nicaragua rechaza la posición costarricense y el caso es estudiado por la CIJ.
La construcción por parte de Costa Rica de una carretera paralela al río San Juan, que marca gran parte de la línea limítrofe entre ambos países, ha sido también motivo de tensiones diplomáticas.
Recientemente, Costa Rica protestó además por el ofrecimiento internacional que Nicaragua hizo de varias zonas marítimas del Caribe y el Pacífico, que San José asegura son costarricenses, con fines de exploración y explotación petrolera.
AFP,