El Primer ministro Benjamin Netanyahu reiteró la importancia de la seguridad de Israel, al mismo tiempo que se mostró dispuesto, según sus allegados, a evacuar colonias en Cisjordania, antes de recibir al secretario de Estado estadounidense John Kerry, que trata de relanzar las negociaciones con los palestinos.
Netanyahu advirtió que "la paz está intrínsecamente ligada a la capacidad de Israel de defenderse", antes de la llegada a Jerusalén del jefe de la diplomacia estadounidense.
"La paz no se basa en las buenas intenciones ni en la legitimidad (de la existencia de Israel) como creen algunos. Se basa intrínsecamente en nuestra capacidad para defendernos", declaró Netanyahu durante la ceremonia anual de conmemoración de la muerte del fundador del sionismo, Theodor Herzl.
"Sin la seguridad, sin el ejército, cuya creación pidió Herzl, no podremos defender la paz (...) La seguridad es una condición fundamental para alcanzar la paz y para mantenerla", insistió Netanyahu, citado en un comunicado de su oficina.
El jefe del gobierno israelí se reunirá el jueves por la noche con el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, que realiza su quinto viaje a la región desde su investidura en febrero.
El jefe de la diplomacia estadounidense va a intentar de nuevo que los israelíes y los palestinos se sienten a la mesa de negociaciones para reanudar el diálogo, que lleva bloqueado desde septiembre de 2010.
La necesidad de asegurar la seguridad de Israel en el marco de un acuerdo de paz, consigna de Netanyahu, fue matizada por declaraciones de su entorno sobre su apertura a concesiones para lograrlo.
"El Primer ministro Netanyahu sabe que será necesaria una evacuación dolorosa de los asentamientos que no están cerca de los grandes bloques de asentamientos, y que será necesario intercambiar territorios", declaró el ministro de Ciencias y Tecnologías Yaacov Peri, del partido centrista Yesh Atid.
Otro miembro de "primer plano" del gobierno, citado bajo cobertura de anonimato en la primera plana del diario Haaretz, también habló para asegurar que Netanyahu comprendía que "para un acuerdo de paz, sería necesario retirarse del 90% de Cisjordania y evacuar más que unos cuantos asentamientos".
"Una oportunidad que no debe desperdiciarse"
Los medios israelíes, de manera unánime, diversificaron en los últimos días filtraciones en ese sentido, contradiciendo la opinión de buena parte de los ministros, favorables a la colonización y hostiles a la creación de un Estado palestino y a las condiciones restrictivas enunciadas por Netanyahu.
El presidente Shimon Peres dijo por su lado que espera una reactivación de las negociaciones, y advirtió contra el abandono de la solución de dos Estados qui pondría "en peligro el carácter judío y democrático del Estado de Israel".
"Hay una posibilidad de relanzar el proceso de paz y no debe ser desperdiciada", declaró, citado en un comunicado de sus servicios. Peres saludó "la llegada a Israel del secretario de Estado Kerry. Es un esfuerzo para relanzar el proceso (de paz) y lo ayudaremos todos a tener éxito".
Un dirigente palestino llamó a Estados Unidos a presionar a Israel para detener la colonización, al considerar que "la parcialidad estadounidense debe cesar".
"Hace 20 años que los estadounidenses apadrinan este proceso, y mire los resultados", dijo Tayssir Jaleld, miembro del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), en la radio oficial Voz de Palestina.
El presidente palestino Mahmud Abas, que se entrevistará el viernes en Amán con Kerry, exige hasta ahora para reanudar las negociaciones un congelamiento total de la colonización y una referencia a las líneas de antes de la ocupación israelí de los Territorios palestinos en junio de 1967 como base de discusiones.
Netanyahu llama a realizar negociaciones inmediatas sin "condiciones previas", en referencia a las reivindicaciones que rechaza. Podría sin embargo consentir a "gestos de buena voluntad", como la liberación de presos palestinos o un congelamiento parcial de la colonización, según los medios de prensa israelíes.
La prensa subraya que, teniendo en cuenta el escepticismo respecto a las posibilidades de éxito de Kerry, cada una de las partes se preocupa en especial por responsabilizar a la otra del fracaso de los esfuerzos estadounidenses.