El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dispone sólo hasta el miércoles por la noche para formar su cuarto gobierno y satisfacer las exigencias de sus potenciales socios de derecha.
El primer ministro saliente afirmó que había deshecho el anterior gobierno para acabar con la indisciplina de su gabinete y formar una coalición sólida después de las elecciones, que convocó de forma anticipada.
Su contundente triunfo inesperado en los comicios del pasado 17 de marzo pareció darle la razón y rápidamente empezó a negociar con varias formaciones nacionalistas y religiosas para formar una coalición en torno a su partido, el Likud (conservador).
Su objetivo era conseguir una mayoría de 67 diputados en un parlamento de 120.
Pero su plan saltó por los aires el lunes, cuando Avigdor Lieberman, ministro de Exteriores saliente y jefe del partido nacionalista Israel Beitenu, anunció que sus seis diputados no participarían en un gobierno fundado en el "oportunismo y el conformismo".
Así las cosas, Netanyahu, que hasta ahora cuenta con 53 escaños, necesita convencer al líder del partido nacionalista religioso Hogar Judío, Naftali Bennett, para que entre en su coalición con sus 8 diputados, lo que le aseguraría una mayoría mínima de 61 escaños.
Según un portavoz de la presidencia, Netanyahu tiene hasta medianoche para conseguirlo.
- 'Bibi no sobrevivirá' -
Si Netanyahu fracasa, el presidente Reuven Rivlin no tendrá más opción que encargar a otro diputado la formación del gobierno.
Si finaliza su tarea con éxito, las perspectivas que se le presentan a Netanyahu tampoco son muy alentadoras, según los medios locales.
"Un gobierno respaldado por 61 diputados no es el gobierno de Benjamin Netanyahu", recoge el diario Yedioth Ahronoth, sino un gobierno a la merced de cualquier diputado.
Si este diputado quiere, puede mantener al gobierno "a flote, y si quiere, puede hacer que se hunda. Depende de cómo se levante por la mañana", dice el diario, contrario a Netanyahu.
Pero, "con 61 escaños, Bibi (apodo de Netanyahu) no llegará a final de año, no conseguirá que se apruebe el presupuesto, no sobrevivirá", considera el periódico Maariv.
- Hogar Judío, con la llave de gobierno -
Hasta ahora, Netanyahu ha llegado a acuerdos con los dos partidos ultraortodoxos Judaísmo Unificado de la Torá y Shass, y con el partido de centroderecha Kulanu.
"La responsabilidad de la formación de un gobierno nacionalista está ahora en manos de Naftali Bennett", indicó el lunes por la noche el partido de Netanyahu en un comunicado.
Netanyahu hizo a Hogar Judío "una oferta sin precedentes" al prometerle las carteras de Educación, Agricultura, un puesto de ministro adjunto de Defensa y un puesto en el gabinete de seguridad.
Pero Hogar Judío quiere más. En un mensaje dirigido a los militantes, uno de los responsables de la formación exigió otro ministerio importante, para tener suficiente peso en el caso de que Netanyahu invite a la izquierda a formar un gobierno de unión nacional.
La hipótesis de un gobierno de este tipo nunca se ha descartado totalmente, aunque el jefe del Partido Laborista, Isaac Herzog, afirmó el lunes que seguiría en la oposición.