Las negociaciones entre las grandes potencias e Irán sobre el programa nuclear de este país avanzaron este martes en Viena, lo que alumbra esperanzas de que pronto se empiece a redactar un acuerdo final.
"En algunas cuestiones, hemos reducido las diferencias", anunció Abbas Araghshi, viceministro de Relaciones Exteriores y responsable de las cuestiones técnicas en la delegación iraní.
El funcionario hizo sus declaraciones tras la primera jornada de conversaciones con el llamado grupo "5+1" (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania).
Se trata de la tercera ronda de negociaciones desde que Teherán aceptó en noviembre pasado congelar parte de sus actividades atómicas a cambio del levantamiento parcial de las sanciones internacionales, que desde hace años ahogan su economía.
Mohammad Javad Zarif, ministro iraní de Exteriores, y la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, al frente de la delegación del "5+1", concluirán la reunión de Viena el miércoles con una conferencia de prensa.
Las dos partes esperan avanzar lo suficiente para empezar a redactar un acuerdo final en su próximo encuentro, en mayo.
En este sentido, la delegación iraní presente esta semana en Viena se ha visto reforzada con un equipo de expertos en cuestiones jurídicas.
Un acuerdo final, impensable hace apenas un año, suprimiría todas las sanciones contra Irán a cambio de garantías sólidas del carácter pacífico de su programa nuclear.
Sin embargo, habrá que hacer importantes concesiones para conciliar las posiciones de Irán, que defiende su derecho a desarrollar tecnología nuclear de uso civil, y las grandes potencias, que sospechan que la República Islámica intenta desarrollar el arma atómica pretextando un programa civil.
Este martes, los diplomáticos enviaron en cualquier caso señales positivas. Araghshi dijo que hubo "una buena atmósfera", y un alto funcionario norteamericano calificó de "profesional y útil" el encuentro bilateral entre Estados Unidos e Irán que cerró la jornada.
No obstante, las dos partes se mantienen muy en guardia.
- Colmar la brecha -
Desde Washington, el secretario de Estado John Kerry dijo este martes que si fracasan las negociaciones, Irán tendría en dos meses material suficiente para fabricar armamento nuclear, lo que desencadenaría una "respuesta inmediata" de Estados Unidos.
Esto, matizó Kerry, no significa que Teheran pudiera en ese caso "obtener una cabeza (nuclear), un sistema o una capacidad de ensayo".
Ambas partes parecen haber progresado en las negociaciones sobre una posible cooperación nuclear civil.
Hay varias propuestas sobre la mesa, sobre todo en lo que concierne a los reactores nucleares de agua ligera, la medicina nuclear, los nuevos combustibles y las aplicaciones de la energía nuclear en la industria agrícola.
Uno de los puntos más delicados es el programa iraní de enriquecimiento de uranio. Concretamente, ambas partes deben ponerse de acuerdo sobre el número y el tipo de centrifugadoras (aparatos que sirven para enriquecer uranio) que Irán puede utilizar.
Las discusiones se centrarán también en el reactor de agua pesada de Arak.
Dicho reactor, todavía en construcción, funciona a base de plutonio, un material que podría servir para fabricar una bomba nuclear.
Irán insiste en que seguirá construyendo el reactor, pero se ha mostrado dispuesto a emplear "nuevas tecnologías" para calmar las inquietudes de Occidente sobre su uso.
La conclusión de un acuerdo pondría fin además al aislamiento económico de Irán, que por culpa de las sanciones pierde cada semana miles de millones de dólares de ingresos, principalmente petroleros.
Los dirigentes iraníes reconocieron el mes pasado que mejorar la situación económica del país es una prioridad.
Un ejemplo concreto de los cambios posibles es que Estados Unidos autorizó al constructor aeronáutico Boeing a vender a Irán piezas de aviones de línea, que Teherán necesita desesperadamente./AFP