Las conversaciones en Ginebra entre el gobierno sirio y la oposición, propiciadas por el mediador de Naciones Unidas Lakhdar Brahimi, se encontraban este viernes completamente bloqueadas.
Más que nunca, las posiciones parecen radicalmente opuestas, y solo coinciden las dos partes en constatar el empantanamiento de las negociaciones.
"Por desgracia, no hubo avances", sentenció el viceministro sirio de Relaciones Exteriores, Faisal Muqdad.
El portavoz de la delegación opositora, Louai Safi, llegó a la misma conclusión. "Al día de hoy, las negociaciones están en un callejón sin salida, como todos saben", dijo a la prensa.
Ni uno ni otro dieron indicación alguna sobre lo que pasará ahora con las negociaciones.
El viceministro reiteró que para el gobierno de Damasco la prioridad es la lucha contra "el terrorismo".
Respuesta de la oposición: "No tenemos ningún problema en debatir sobre el terrorismo iniciado por el régimen (...) pero nada de ello ocurrirá sin una autoridad gubernamental de transición".
El jueves, la oposición había propuesto un plan para un gobierno de transición, algo de lo que el régimen no quiere debatir.
"¿Cómo podríamos hoy hablar de cesar la violencia cuando el régimen sigue ejerciendo esta misma violencia contra los civiles? Necesitamos otro equipo (de gobierno), de patriotas, que piense en Siria y no en la familia o en el poder" afirmó Safi.
Llamado a Rusia
"Esperábamos unas conversaciones difíciles, pero no que ambas partes fueran incapaces de hallar un compromiso sobre un calendario (de negociaciones), y eso es mala señal", lamentó un diplomático occidental.
Un alto funcionario norteamericano, que prefirió el anonimato, advirtió que seguir celebrando "unas conversaciones de cara a la calería no tiene sentido".
"Pensamos que Rusia tiene la responsabilidad de presionar al régimen sirio, para que aborde estas cuestiones con seriedad, y esperamos que los rusos ayuden a que se haga esto", añadió el funcionario.
El jueves, un responsable de la oposición, Bader Jamous, secretario general de la Coalición, se declaró insatisfecho tras un encuentro con diplomáticos rusos, que comparten la prioridad del régimen sirio de luchar contra el terrorismo.
"Nos piden que nos pongamos de acuerdo con el régimen para combatir el terrorismo, es algo inaceptable para nosotros", afirmó Jamous, y recordó que, para ellos, el presidente sirio Bashar Al Asad es el "primer terrorista".
Coche bomba mata a 32
En Siria, los rebeldes hicieron estallar el viernes minas colocadas bajo el hotel Carlton en el casco histórico de Alepo, en el norte del país, matando a cinco soldados, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
La ONG siria indicó también que en la localidad de Al Yaduda (sur), controlada por los rebeldes, al menos 32 personas murieron en un atentado con coche bomba perpetrado delante de una mezquita.
En el centro-oeste del país, más de 2.700 habitantes de la región montañosa de Qalamun huyeron de los ataques aéreos y los combates y se guarecieron en el pueblo libanés de Aarsal, indicó el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Desde hace tres días, el ejército sirio bombardea las posiciones rebeldes en el interior y los alrededores de Yabrud, la ciudad más grande de la región de Qalamun.