Austria y los países balcánicos se reúnen en Viena para debatir sobre el flujo migratorio que recorre sus territorios, mientras amenaza la crisis humanitaria, en especial en Grecia, excluida de la reunión, y crece el riesgo de divisiones en la UE .
Grecia, directamente implicada en la crisis migratoria, ha protestado enérgicamente por haber sido excluida de esta reunión ministerial en la capital austriaca.
Estas conversaciones se celebran tras el anuncio de que desde principios de año unos 110.000 migrantes han llegado solamente a Grecia e Italia, sumándose al millón largo que ya lo hizo el año pasado.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), de los llegados hasta ahora este año unos 31.000 huían de la guerra en Siria. Un total de 413 personas han perecido desde el 1 de enero en su viaje a Europa, entre ellos 321 tratando de llegar a las costas griegas.
Este flujo imparable genera malestar en Europa, y estimula la emergencia de partidos populistas anti-migración en muchos de los 28 miembros de la Unión Europea. Además, genera dudas sobre la viabilidad de la zona Schengen de libre tránsito de personas en Europa.
Amnistía Internacional (AI) cargó este miércoles contra la "vergonzosa" respuesta de los países europeos a la llegada masiva de refugiados.
"Esta Europa, que es el bloque más rico del mundo, no es capaz de velar por los derechos básicos de algunas de las gentes más perseguidas del mundo, es vergonzoso", dijo el secretario general de la organización, Salil Shetty.
"La mayoría de los países, con la honrosa excepción quizás de Alemania, han decidido simplemente que la protección de sus fronteras es más importante que la protección de los refugiados", estimó por su lado el director de AI en Europa, John Dalhuisen.
- Restricciones en las fronteras -
Austria, al tomar nota de la impotencia de la UE para regular el flujo de migrantes y asegurar la repartición de refugiados entre los 28, instauró el 19 de febrero cuotas diarias de entrada en su territorio: 80 solicitantes de asilo, y 3.200 personas en tránsito por día.
Este anuncio ha generado como efecto dominó una serie de medidas restrictivas en los países de los Balcanes, como Macedonia --no miembro de la UE-- que ha cerrado su frontera a los afganos e impuesto controles y restricciones al paso de sirios e iraquíes que viajan por su territorio con destino a Europa del norte.
Estas decisiones han sido duramente criticadas por la UE, que habló el martes de riesgo de "crisis humanitaria".
Grecia, donde están bloqueados miles de refugiados llegados desde Turquía --hasta ahora autorizados a proseguir su viaje a Europa--, ha protestado tanto ante Viena como ante la UE por su falta de concertación para hacer frente a la crisis migratoria.
Desde la isla griega de Lesbos, principal puerta de entrada de los migrantes en Europa, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, dijo el martes que el "creciente cierre" de las fronteras a los refugiados en la ruta balcánica puede crear un "caos" en Europa.
Más de 102.000 migrantes y refugiados han llegado desde el 1 de enero hasta ahora a las islas griegas, procedentes de las costas turcas, tanto como en todo el primer semestre de 2015, según la OIM.
Unas "2.000 personas, una tercera parte de ellos afganos", siguen llegando a diario a estas islas, según el responsable de ACNUR en Grecia, Philippe Leclerc.