Los ministros de las grandes potencias e Irán iniciaron en Viena las últimas horas de negociación en vista de un acuerdo histórico sobre el programa nuclear iraní, cuyo resultado sigue siendo incierto tras años de negociaciones.
"En cierta forma, esta negociación dura, literalmente, años", recordó el domingo el secretario de Estado norteamericano, John Kerry. "Ahora es el momento de ver si podemos llegar a un acuerdo", añadió.
"Tenemos una oportunidad fabulosa tras doce años de discusiones para resolver por fin este conflicto... esto enviará una señal a toda la región", consideró por su parte el jefe de la diplomacia alemana, Frank-Walter Steinmeier.
El programa nuclear iraní fue revelado a principio de los años 2000 y las negociaciones entre los europeos y Teherán comenzaron en 2003 para intentar desactivar uno de los temas más sensibles y complejos de las actuales relaciones internacionales, pero las negociaciones no fueron plenamente relanzadas hasta 2012, con reuniones secretas entre diplomáticos estadounidenses e iraníes. El mayor avance se produjo con la llegada al poder del presidente iraní Hassan Rohani, elegido en 2013 con la promesa de acabar con las sanciones internacionales.
En la recta final de las negociaciones, los ministros del grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China y Alemania) han decidido presionar a Irán.
"Todas las cartas están sobre la mesa. La cuestión principal es saber si los iraníes aceptarán adoptar compromisos claros", subrayó el ministro de Relaciones Exteriores francés, Laurent Fabius.
"El momento llegó", consideró Federica Mogherini, jefe de la diplomacia europea, en declaraciones a su llegada el domingo a la capital de Austria.
- Arbitraje político -
Expertos y diplomáticos trabajan noche y día sobre un texto de 20 páginas con 5 anexos, en total, entre 70 y 80 páginas" según el jefe negociador iraní Abas Araghchi.
Las negociaciones están destinadas a garantizar el carácter pacífico del programa nuclear iraní a cambio de la retirada de las sanciones internacionales que ahogan la economía del país.
Teherán siempre ha asegurado que su programa era de naturaleza estrictamente civil, y ya ha dicho que aceptaría limitar su dimensión y de ponerlo bajo estricto control internacional, pero exige el fin inmediato de las sanciones.
Los ministros deberán resolver ahora los últimos (e importantes) puntos de divergencia para deshacer los nudos más duros de esta negociaciones sin precedente.
Estos son conocidos desde hace meses: la duración del acuerdo, las modalidades y amplitud de las inspecciones internacionales, y el ritmo al que se levantarán las sanciones.
Los iraníes reclaman rapidez en este último punto, mientras el grupo 5+1 insiste en que se trate de un proceso progresivo y reversible en caso de que Teherán no mantenga sus compromisos.
En cuanto a la la comprobación de que no hay existe dimensión militar en el programa nuclear iraní, punto clave de la negociación, el presidente de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Yukiya Amano que viajó el jueves a Teherán para entrevistarse con el presidente Hasan Rohani, afirmó que se habían dado "progresos" en las discusiones.
Está previsto que dos adjuntos de Amano viajen al país islámico para resolver las cuestiones que quedaron en suspenso.
La AIEA, agencia de la ONU, será el verdadero garante de la puesta en marcha de un acuerdo, ya que es la encargada de inspeccionar los sitios sospechosos iraníes y de dar cuenta al Consejo de Seguridad de la ONU del respeto o no de las condiciones acordadas.