Finalizó ayer en Quito (Ecuador) el primer ciclo en la negociación de paz que sostienen el Gobierno y Eln, el cual después de varias largas comenzó el pasado 8 de febrero. Las partes anunciaron algunos acuerdos, tal vez el más significativo es que en el próximo ciclo trabajarán en un proceso para desarrollar un programa piloto de desminado humanitario.
Si bien de por sí el mayor hecho para destacar es que el Eln y el Gobierno estén sentados buscando una salida política al conflicto armado, algunos esperaban mayores resultados al final de este primer ciclo en Quito, especialmente en materia de acciones humanitarias por parte de esta guerrilla para no seguir afectando a la población civil con sus ataques.
Un comunicado conjunto del Gobierno y el Eln indica que acordaron en este primer ciclo “un marco de referencia común para tratar el subpunto 5f acciones y dinámicas humanitarias”, el cual tiene el propósito de proteger a las personas no combatientes y a la población civil, de los efectos que el conflicto armado, mediante acciones o acuerdos de carácter humanitario, de conformidad con el Derecho Internacional Humanitario, y en consecuencia disminuir la intensidad del conflicto.
En ese sentido, las partes anuncian en el comunicado que “en el próximo ciclo trabajaremos en un proceso para desarrollar un programa piloto de desminado humanitario”.
En cuanto al punto 1 Participación de la Sociedad para la Construcción de la Paz y el subpunto 5f Dinámicas y Acciones Humanitarias continuarán su discusión en el próximo ciclo.
Además las partes se pusieron de acuerdo en los términos de referencia con los que trabajará el Grupo de Países de Apoyo Acompañamiento y Cooperación al Proceso de Paz.
De igual forma, las partes acordaron reunirse en el segundo ciclo el próximo 3 de mayo en Quito.
Sobre esto último también hubo acuerdo de las partes en mantenerse en Quito por las facilidades que ofrece por la cercanía con Colombia, pues como se recordará habían convenido cambiar de sede entre ciclo y ciclo, teniendo como opciones en el continente para ello a algunos de los países garantes de esta negociación: Brasil, Chile, Cuba y Venezuela.
Reacciones
Roy Barreras, integrante del equipo negociador del Gobierno en Quito y presidente de la Comisión de Paz del Senado, dijo a EL NUEVO SIGLO que “veo una preocupante lentitud en ese proceso. Me parece que para ser franco es muy poco lo logrado. Creo que los colombianos estamos exigiendo al Eln una muestra real de compromiso con la paz, y debería esa insurgencia considerar un cese unilateral del fuego y hostilidades”. Quiero recordar que las Farc lo decretaron hace mucho tiempo, y mucho sirvió ese gesto para lograr el éxito de la paz”.
El Parlamentario dijo que “no encuentro razón para que continúen los actos violentos y desminar mientras se mata a soldados con francotiradores o desminar mientras se vuelan oleoductos, es un contrasentido que no ofrece garantía de apoyo de los colombianos a ese proceso de paz”.
Barreras consideró que “hay que meter más el acelerador”, que hay que concretar más las propuestas y que el “Eln tiene que tener un gesto de cese unilateral del fuego y hostilidades que le dé posibilidades reales al proceso de paz”.
Por su parte, el exprocurador Jaime Bernal Cuéllar, quien ha participado en los diálogos de paz que intentaron otros gobiernos con el Eln, dijo a este Diario que “este proceso va a ser lento porque el Ejército de Liberación Nacional normalmente dilata en mucha conversación cualquier propuesta de paz. Pero me parece que es un paso fundamental el haber acordado el desminado porque eso es reconocer que es una violación del Derecho Internacional Humanitario, que son responsables, aunque todo el mundo sabía de diferentes minados, y lo importante ahí es que se realice lo más rápidamente posible y que se haga dejando no solamente la actividad de desminado a la Fuerza Pública o a las autoridades sino que participen realmente para que le pongan celeridad a ese desminado. O sea, si ellos participan es una muestra de que sí se va a respetar de aquí para delante los fundamentos del Derecho Internacional Humanitario”.
Mientras que el exalto comisionado para la Paz, Carlos Holmes Trujillo, le dijo a este Diario que “creo que el Gobierno está cometiendo en las conversaciones con el Eln los mismos errores que cometió en las conversaciones con las Farc, particularmente al no exigir el cese unilateral de acciones criminales como condición para conversar. De otro lado personalmente no creo que el Eln esté realmente en disposición de avanzar con el gobierno del presidente Santos por cuanto este es un gobierno que entra en su etapa final y naturalmente no tiene ninguna capacidad real para comprometerse a cumplir con lo acordado”.
De otra parte, ayer los comandantes de las Farc, Pastor Alape y Carlos Antonio Lozada, se reunieron en Quito con los negociadores del Eln, para intercambiar análisis sobre estos dos procesos de paz con el gobierno Santos.
Territorio contaminado
El Alto Consejero para el Posconflicto, los Derechos Humanos y la Seguridad, Rafael Pardo, advirtió que todo gesto por parte de los actores armados que busca dejar atrás la instalación de minas antipersonal y asuma el compromiso de adelantar acciones de desminado, evitará que más familias colombianas sean víctimas de este flagelo.
“En Colombia hay más de 52 millones de metros cuadrados contaminados de minas antipersonal. Si bien para el Gobierno nacional el librar de minas las zonas rurales y adelantar trabajos en 14 departamentos y que representa el 40 por ciento, aún queda mucho por avanzar”, afirmó el funcionario.
Tras haber finalizado la primera ronda de negociaciones que el Gobierno nacional adelantaba en Ecuador con el Eln, anunciando que en el próximo ciclo trabajarán en un proceso para desarrollar un programa piloto de desminado humanitario, el Alto Consejero para el Posconflicto agregó que “desminar un territorio contaminado equivale a salvar vidas. Por eso cada esfuerzo en favor de descontaminar los territorios minados contribuye a que las zonas afectadas puedan ser viables en términos de productividad, desarrollo y paz”.
En la actualidad Colombia tiene 52 millones de metros cuadrados contaminados, de los cuales se están interviniendo 23 millones de estos en 14 departamentos, entre ellos Antioquia, Meta, Caquetá, Cauca, Tolima y Huila, entre otros.
En 2016 fueron liberados 924.575 metros cuadrados con alguna contaminación por minas, lo que equivale a 145 campos de fútbol y más del doble de lo que se despejo en el año 2015.
Desde 1990 hasta la fecha, se han despejado 2.902.244 metros cuadrados, de un total de 52 millones, y se han declarado 8 municipios libres de sospecha de contaminación por minas antipersonal, municiones sin explotar y artefactos explosivos improvisados.