Con las políticas de Donald Trump y su reciente decisión de retirar a Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico, sumado al anuncio de enfocarse sólo en los acuerdos bilaterales, el mundo entero cada vez se aleja más de la política ideal del multilateralismo formulado por la OMC, que le otorga ventajas a todos los miembros de una comunidad económica y no sólo a dos.
Esta tendencia afectará directamente a Colombia, que además de sus balanzas deficitarias generalizadas, viene mostrando una caída en sus exportaciones a Estados Unidos y a Canadá, dos de sus principales socios comerciales.
Según Aníbal Uscátegui, jefe de la unidad de Comercio Exterior de Legiscomex “a manera de ejemplo, podemos mencionar que mientras en 2012 se exportaron US$21.833.270.562 millones a los Estados Unidos, de enero a mayo de 2017 tan sólo llevábamos US$4.402.993.644,24”.
Esto se repite con Canadá, otro de los grandes socios, que además de presentar una balanza deficitaria, ha visto reducidas las exportaciones de US$361.710.141 millones durante 2016, frente a los US$607.866.956 millones de 2.011.
Debilidad exportadora
Para Gabriel Ibarra, miembro del Grupo Especial de Comercio de Mercancías de la Organización Mundial del Comercio y Ex Asesor del Banco Interamericano de Desarrollo, en conferencia durante el evento “El impacto de nuevos escenarios internacionales en el comercio mundial” organizado por Legiscomex, estas cifras son reflejo de la debilidad de Colombia que enfrenta la necesidad de tener instituciones más fuertes y políticas más definidas para manejar de mejor manera los tratados existentes y para aclarar las prioridades con todos los TLC firmados”.
Por otro lado, Uscátegui asegura que “desafortunadamente Colombia ha demostrado que es un país de cero cultura exportadora porque no creamos industria para exportar”.
“Las empresas colombianas trabajan pensando en satisfacer el mercado local pero muy pocas veces en una producción para exportar. Los TLC podrían llegar a ser buenos si se aprovecharan como debería hacerse”.
En este contexto, los casos de éxito son pocos, e industrias no tradicionales ni de gran tamaño mandan la parada.
Uno de los ejemplos emblemáticos es el de las exportaciones a Costa Rica, entre las cuales se destacan productos como el polipropileno con ventas por US$2.890.464,14 millones, el papel y cartón autoadhesivos en rollos con US$2.353.447,46 millones, perfumes con US$2.062.973,60 millones, ropa interior femenina con US$1.756.184,47 millones, harina de maíz con US$1.313.368,74 millones e insecticidas con US$1.146.696,89 millones.
Para destacar, también se puede mencionar la balanza comercial positiva con el Triángulo Norte, conformado por Guatemala, Honduras y El Salvador con US$189.554.943,39 millones en exportaciones frente a US$31.020.279,77 millones en importaciones.
En este caso, los productos importados más relevantes son los de látex de caucho natural y prevulcanizado con US$5.806.658,43 millones, medicamentos de uso humano con US$1.981.014,82 millones, pilas eléctricas con US$ 1.022.344,68 millones, y abonos minerales con US$555.557,39 millones.
Otros analistas como Eduardo Sarmiento han reiterado que la realidad es tan oscura que por citar un ejemplo antes del TLC con Estados Unidos, Colombia tenía un superávit de US$ 5.000 millones con ese país, hoy el déficit es de US$ 2.000 millones, lo que muestra que el convenio no funcionó y que hay aspectos por modificar.
La situación, manifestó, invita a un análisis y a un diagnóstico objetivo de lo que pasó para identificar en dónde estuvo el error y sobre esa base aplicar las soluciones. Finalmente el analista económico, Eduardo Sarmiento, insistió en que tal y como van las tendencias en Colombia, el crecimiento económico estará por debajo del uno por ciento.