Las Pymes de los sectores de Industria, comercio y servicios reportaron un comportamiento desfavorable de su situación económica y de sus expectativas sobre el desempeño de corto plazo en la medición del segundo semestre de 2017 realizada por la Gran Encuesta Pyme de ANIF.
Esto se reflejó en el deterioro significativo de la mayoría de los indicadores frente a las mediciones de los últimos años, pasando de niveles de “buen” desempeño económico a desempeño “regular”.
El deterioro en las percepciones de las Pymes a nivel nacional estuvo en línea, en gran medida, con el mal desempeño macroeconómico de los sectores que concentran una alta proporción de Pymes en el país, especialmente industria y comercio, en los tres primeros trimestres de 2017.
Esto habría ayudado a diluir la resiliencia que las Pymes mostraron en 2015-2016 y explicaría el alto grado de incertidumbre que tenían los empresarios del segmento sobre su desempeño general para el cierre de 2017, rondando porcentajes del 17%-21% del total de encuestados.
Entorno difícil
En la segunda medición de 2017, el Índice Pyme de ANIF, IPA, alcanzó un valor de 54, pasando del plano de clima económico denominado como “bueno” al “regular”.
Así, este indicador presentó una disminución importante frente al resultado de seis meses atrás cuando alcanzó una calificación de 61. Lo anterior refleja las dificultades económicas a las que se han enfrentado las Pymes en la actual fase de desaceleración económica.
Registros tan bajos como el de la última medición solo se habían evidenciado durante el año 2009, luego de la crisis de Lehman Brothers. Sumado a esto, la diferenciación del IPA por tamaño de empresa indicó que las empresas pequeñas, señala el reporte del centro de estudios.
Sumado a esto, la diferenciación del IPA por tamaño de empresa indicó que las empresas pequeñas presentaban una mayor afectación en su situación económica, pues su IPA se redujo a un mínimo histórico de 52 frente a 59 en la última medición.
De manera similar, para el caso de las medianas empresas, el registro fue el mínimo histórico y se situó en 59 contra. 66, aunque manteniéndose en la calificación de “buen” ambiente de negocios.
Este comportamiento resultó consistente con las percepciones negativas reportadas por los empresarios Pyme.
En efecto, con respecto a la situación económica actual, el balance de respuestas de las Pymes industriales cayó de 9 en el primer semestre de 2016 hasta -21 en el primer semestre de 2017.
En el caso de las Pymes de comercio también se dio una caída hasta -24 en 2017.
En las Pymes de servicios, aunque también se dio una contracción esta fue menor que en los otros sectores -5 en 2017 contra 6 en 2016.
Por su parte, las perspectivas de corto plazo sufrieron una desaceleración, aunque mantuvieron cifras positivas. Por ejemplo, el 42% de los empresarios pyme del sector industrial esperaba un desempeño positivo de sus negocios en el segundo semestre de 2017 contra 51% de un año atrás.
La misma tendencia se presentó en los otros dos macro-sectores. En el caso del comercio, las expectativas positivas llegaban al 39% frente a 44% de un año atrás, y en el caso de las Pymes de servicios, dichas expectativas llegaron al 47%contra 50% del periodo anterior.