La guerra de Siria va a durar y la oposición debe preparar urgentemente un verdadero ejército, organizarse y afirmar su independencia respecto a sus apoyos árabes y occidentales, estima el opositor histórico Michel Kilo.
"Es una guerra que va a durar, una guerra que ha cambiado de naturaleza y se ha convertido en regional", declaró Kilo en una entrevista dada a varios periodistas. "Al principio era un régimen contra su pueblo. Hoy, muchos actores exteriores entraron en liza y, en ese juego, nosotros (la oposición siria) somos hoy los más débiles", agregó este opositor histórico de 72 años, exiliado en París.
Kilo fue opositor a los Asad, padre e hijo, y estuvo preso. Laico, de familia cristiana y de formación marxista, integró en junio pasado, junto con un grupo de partidarios suyos, la Coalición Nacional Siria, el principal grupo opositor, que durante mucho tiempo fue considerado dominado por los Hermanos Musulmanes y apoyado por Catar.
Su grupo, que él califica de "demócrata y patriótico", apoyó a principios de julio la elección de un nuevo presidente de la coalición, Ahmad Asi Jarba, considerado cercano a Arabia Saudita, el otro gran apoyo de la oposición siria.
"El objetivo ahora es la independencia de la coalición con respecto a los países árabes", repite Michel Kilo, en momentos en que las luchas de influencias entre Catar y Arabia Saudita han contribuido a debilitar a la oposición siria.
En su opinión, las instancias dirigentes de la coalición deben designar en las próximas semanas un "consejo ejecutivo" de 10 miembros que se encargue de administrar las "zonas liberadas" de Siria y trabajar en la estructuración del Ejército Sirio Libre (ESL), grupo armado heteróclito que lucha contra las fuerzas armadas del gobierno de Bashar al Asad.
"El ELS debe poder trabajar como un verdadero ejército. Hasta ahora está constituido por algunos oficiales y de un mar de civiles. Cientos de oficiales (desertores del ejército gubernamental) que se encuentran en Turquía, en Jordania, serán llamados a desempeñar un papel importante en los próximos meses. Tenemos las reservas de fuerzas necesarias para hacer una larga guerra. Y al final Asad perderá", estimó.
"Debemos ser independientes financieramente para poder comprar armas", insistió el opositor, considerando que las "zonas liberadas" pueden aportar entre 5.000 y 7.000 millones de dólares anuales.
Catar y Arabia Saudita son los principales proveedores de armas de la rebelión siria. Los países europeos levantaron a fines de mayo el embargo que pesaba sobre la entrega de armas a Siria, pero se limitan a dar una "ayuda técnica" de formación a los rebeldes.
Por temor a que armas sofisticadas caigan en manos de grupos yihadistas, los países europeos y Estados Unidos insisten en que las entregas de armas se hagan a través del general Selim Idriss, jefe de estado mayor del ESL.
"Pero Idriss no tiene la fuerza necesaria para hacer lo que quiere y oponerse a tal o cual país que exija que las armas vayan a un determinado grupo", señala Kilo, que se muestra crítico también con la posición de los países occidentales.
"Su comportamiento alentó a Asad a continuar la guerra", estimó, señalando que el número de integristas de la rebelión ha aumentado enormemente, cuando al principio eran unos 300.
"Los integristas tienen todas las armas que quieren, se las den o no los occidentales". A partir de ahí, "¿por qué no ayudar a los combatientes del ESL que no tienen nada?", planteó.
AFP.